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Este lunes, en el Gran Hotel Isabel Riquelme se realizó el seminario de finalización del programa FIC “Costa Ñuble Sustentable”, ejecutado por la Universidad de Concepción y financiado por el Gobierno Regional de Ñuble. El programa partió en agosto de 2022 con el objetivo de valorizar el patrimonio natural y cultural de la costa de la región, a partir del trabajo conjunto entre sus diferentes caletas pesqueras, productores locales, agricultores, servicios turísticos, organizaciones locales, municipalidades, entre otras instituciones locales.
El proyecto partió con la realización de un diagnóstico en las caletas de Buchupureo, Rinconada de Taucú, Boca Itata y Perales para detectar las principales brechas y sugerir algunas medidas de acción.
“Lo que se hizo primero fue generar un diagnóstico integrado con muchas dimensiones ambientales, productivas, también del capital social que había en los territorios, las organizaciones vivas, etcétera, y ese diagnóstico nos permitió detectar cuáles eran las brechas y proponer ciertas medidas o formas de, por lo menos, avanzar en acortar esas brechas. Ese diagnóstico nos entrega mucha información también a los actores claves de la costa, pero también a la institucionalidad pública, es decir, hay información muy valiosa para la Seremi de Medio Ambiente, Sernapesca, Sernatur, el propio Gobierno Regional para saber cómo invertir, definir o atacar prioridades en el corto plazo y también en el mediano plazo”, explicó Pablo Carrasco, coordinador del programa FIC Costa Ñuble Sustentable.
Tras los resultados del diagnóstico se priorizó intervenir las dos caletas que necesitaban mayor apoyo para ser impulsadas: Rinconada de Taucú y Perales . Realizaron capacitaciones intensas, implementaron el Diploma en Emprendimiento y Ecoturismo Costero dirigido a líderes y emprendedores de ambas localidades, se inició a la implementación de la Ley de Caletas, difusión de material educativo en colegios y liceos, y la promoción de los atributos de las costa de Ñuble.
“Dimos el inicio de la implementación de la Ley de Caletas, que permite ordenar la caleta en un espacio definido, hacer propuestas de desarrollo que después el Estado tiene que tomar junto con los pescadores de ese lugar y comenzar un trabajo que dura 30 años, pero nosotros damos el puntapié inicial, es decir, proponemos el espacio donde los pescadores se van a desarrollar y también diseñamos el plan de gestión mirando los 30 años, es decir, cuáles son los recursos que van a trabajar, recursos pesqueros, cuáles son las infraestructuras que necesitan, qué tipo de desarrollo va a tener esa caleta, va a ser una caleta más bien productiva o más bien enfocada al turismo o a la conservación, qué tipo de equipamiento necesita, si necesita estacionamiento, baños, a lo mejor miradores porque hay algunas caletas que están viendo también el turismo de manera súper importante”, agregó Carrasco.
Brechas y desafíos
El programa FIC definió las características de la costa de Ñuble, y esta se divide en dos zonas, cada una con sus particularidades: la costa norte presenta un avanzado desarrollo, a diferencia de la costa sur que carece de conectividad vial y digital.
“La costa norte asociada al polo Cobquecura donde hay un desarrollo bastante avanzado, pero la costa sur donde se necesitan señal telefónica, señal de internet, mejorar los caminos. Hay caletas donde no hay nada en la zona sur, falta infraestructura como en Perales o Boca Itata, falta acceso al Santuario de Naturaleza de Itata, no existe un acceso claro. En cambio en Cobquecura sí tenemos acceso, hay un mayor desarrollo, lo más importante, por ejemplo, es como la institucionalidad pública que tiene que ver con la costa tiene que hacerse presente en la costa, no tenemos oficina de Sernapesca en la costa, está en Chillán, no tenemos oficina de la Gobernación Marítima, está en Lirquén, en la región de Biobío, entonces todavía falta desarrollo, todavía es una costa que está como en pañal y necesita un impulso importante”, señaló.
La ausencia de la Armada de Chile o Sernapesca en la costa de Ñuble dificulta el control y fiscalización, es por ello, que se hace que consideran es una necesidad imperiosa contar con estas instituciones en la zona costera.
El encargado del proyecto FIC Costa Ñuble Sustentable, Renato Quiñones, profesor titular del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción sostuvo que uno de los desafíos importantes en la ausencia de planes y financiamiento para la protección de los humedales y santuarios de la naturaleza y el monitoreo de estas áreas.
“En el caso particular de Ñuble, tenemos el Santuario Itata, el humedal de Colmuyao, el de Taucú y, el Santuario de la Lobería en Cobquecura pero el problema, el desafío, no es solamente nominar esas zonas como de protección, sino que los planes de administración que se tienen que generar y la gobernanza que tienen que tener. Tienen que implementarse adecuadamente y tiene que haber una cierta cantidad también de investigación sobre la calidad del agua, cómo están las comunidades biológicas, para poder proteger la biodiversidad”, destacó.
El académico resaltó que es necesario mantener capacitaciones constantes de los emprendedores de la zona costera para que puedan transformar en acciones concretas, actividades y negocios que impulsen la economía local y familiar, y que a su vez sean actividades sustentables relacionadas con la conservación de patrimonio natural y cultural de la costa de Ñuble.
“Existe interés por parte de los vecinos y las comunidades por preservar este entorno natural. Una de las cosas que nos fue muy grato cuando ejecutamos el proyecto es el tremendo apoyo que tuvimos nosotros de las comunidades. O sea, hicimos una enorme cantidad de talleres, capacitaciones y acciones con ellos y la verdad es que la respuesta fue muy positiva y muy activa, cosa que no siempre ocurre. Ellos se sienten muy orgullosos de su patrimonio natural y también de su patrimonio cultural. Por lo tanto, hay un potencial en la costa maravilloso”, agregó.