Promulgada ya la nueva Ley de Alcoholes – y tras 19 años de discusiones y esperas – los empresarios locales dedicados a la fabricación de bebidas alcohólicas, en su gran mayoría artesanales, mostraron preocupación en los posibles impactos económicos que pueda significar para la actividad.
Esto, porque admiten consentir en la necesidad de generar mayor conciencia y educación entre los consumidores, pero entienden que la ley no hizo excepciones ni distinciones, a su entender fundamentales, entre quienes elaboran productos a menor escala y enfocados en un grupo “que no es el que va a salir a tomar hasta emborracharse con los amigos”, como ejemplifica Felipe Neira, de Vinos Bandido Neira.
Revisando las nuevas disposiciones de esa ley que ya entró en vigencia a partir del mes de mayo de este año, es claro que en adelante cada uno de los envases que contenga cualquier tipo de bebidas espirituosas, deberán tener una etiqueta en su envase advirtiendo sobre los riesgos de un consumo nocivo.
Además habrá limitaciones a la publicidad y las actividades de promoción de este tipo de productos, con lo que se pone fin a los sponsors de bebidas alcohólicas en las camisetas de equipos deportivos y publicidad estática en estadios.
En defensa de la ley, la directora regional del Senda, Carmen Gómez, advierte que el espíritu de la moción es proteger la salud de la población, en especial la de los adolescentes, que es la etapa en la que suele adquirir el hábito de beber.
“En Ñuble sabemos que tenemos un alto consumo de alcohol, tenemos una encuesta del 2019 que así lo señala y en cuanto a la modificación de esta Ley de Alcoholes, el objetivo es disminuir esta ingesta y propender al consumo responsable”, destaca.
De esta manera, para la directora, la modificación viene a establecer propuestas en cuanto a los etiquetados, “o a lo mejor a que ya en el deporte no exista publicidad a las bebidas alcohólicas, pero nosotros queremos hacer, y con esto hacer parte a Carabineros y otros entes fiscalizadores, en un trabajo que es necesario para el cuidado de nuestros niños y adolescentes, a quienes apuntamos y estamos preocupados de proteger”.
A todos en el mismo saco
La Asociación de Productores de Cerveza de Chile (Acechi) sostuvo que algunos de los puntos de mayor discrepancia se relacionan con la forma en que se presenta esta ley.
El primer artículo incluye una redacción relativa a la prevención del “consumo”, debiendo decir -según el gremio- “consumo excesivo”.
“Además, la ley dice que lo que se busca es desincentivar el consumo, cuando lo que se tiene que hacer es educar. Acá en Ñuble hay una gran tradición de cerveceros y empresas vitivinícolas que data del siglo 19, hay toda una cultura y tramados turísticos al respecto, por lo que no se puede meter a todos en el mismo saco”, apunta Mauricio Salgado de Cervezas Wandersleben.
Felipe Neira insiste en que “esto va a afectar a las empresas de la zona, es un golpe para nosotros. El problema es que no se distinguió entre los tipos de bebidas ni entre las diferencias de alcohol que pueda existir. No es lo mismo el pisco o todas esas alto grado alcohólico, que a veces sí puede generar problemas con su consumo excesivo; de otras como las cervezas o el vino, entonces ¿cómo vamos a llevar los mismos mensajes de desincentivo en todas las etiquetas?”.