Faltan dos semanas para que termine la peor temporada que recuerden los productores de cerezas de Quinchamalí, quienes este año se enfrentaron a la fuerte competencia del descarte de la cereza de exportación, que inundó el mercado local como nunca, llevando los precios al suelo y, de paso, dejando a los cereceros sin los tradicionales canales de comercialización, como los mercados de Chillán, Concepción, Los Ángeles y Temuco, o la agroindustria elaboradora de conservas y marrasquinos.
En Radio La Discusión, Carolina Parra, presidente de la Asociación de Cereceros de Quinchamalí y alrededores, estimó que unos 140 mil kilos de cerezas de más de 300 productores de la zona no se cosecharán este año, dado que los $100/kg que ofrecen algunos intermediarios no alcanza a cubrir siquiera el costo de la mano de obra para la cosecha, que bordea los $220/kg.
“Comenzamos vendiendo bien, lo que podíamos abarcar en el mercado se vendía con naturalidad, como cada año, pero luego, hace tres semanas se empezó a notar la baja porque llegaron las cerezas de descarte, que es la que no se va a la exportación, llegó al mercado a precios muy bajos y desde ahí en adelante no se compró más la cereza local, perdimos el mercado de Los Ángeles, el de Concepción y el de Chillán, ya no entró más nuestra cereza. Hoy tenemos huertos completos de la gente que tiene cereza Paloma, la cereza Lapins hoy no tiene un buen precio y no la quieren comprar, y estamos en esa condición, sin tener mercado”, relató Parra.
Ante el complejo escenario, los productores organizaron una venta masiva de cerezas en Quinchamalí entre el jueves y el domingo de esta semana.
“Tenemos una invitación para este fin de semana largo, en que muchas familias salen de paseo. Muchos de nosotros, muchos vecinos ofrecerán sus cerezas ahí, cómprele al pequeño productor, es un producto fresco, tomado muy temprano en la madrugada para poder ofrecer a buen precio y a buena calidad, así es que acérquense a Quinchamalí, es cerquita, a 25 kilómetros de Chillán”, invitó la dirigente.
Soluciones
Puesto que se advierte que este problema se repetirá en los próximos años, con mayores volúmenes de descarte, ya comienzan a delinearse algunas acciones que contribuyan a mitigar su impacto.
El director de Desarrollo Económico y Productivo de la Municipalidad de Chillán, Renato Segura, planteó que una alternativa para paliar en parte la crisis, en lo inmediato, es facilitar un espacio en el mercado de Chillán (plazoleta Sargento Aldea) para que la Asociación de Cereceros pueda vender directamente su producción a los consumidores.
Asimismo, en el mediano plazo, planteó la necesidad de abrir canales de comercialización lo suficientemente atractivos para llegar al mercado de manera competitiva, prescindiendo de los intermediarios. “Es un tema que no hemos logrado resolver de una manera sostenible como política pública”, reconoció.
Renato Segura apuntó a desarrollar y posicionar una marca asociativa, que permita identificar los elementos diferenciadores de la cereza de Quinchamalí y trabajar a través de gestores comerciales y circuitos cortos de comercialización.
En esa misma línea, coincidió con la dirigente respecto a la oportunidad de desarrollar un punto de interés turístico en Quinchamalí que ponga en valor la producción local; así como también habilitar un área de servicios en la Autopista del Itata destinado a la venta de productos locales, una propuesta que levantó el municipio ante el MOP de cara a la nueva concesión de esta ruta.
Segura añadió que otro desafío es la agregación de valor, desarrollando agroprocesados, por ejemplo, para diversificar las fuentes de ingresos de las familias.