Productores advierten factores que podrían empujar a la baja el precio del trigo

Adportas del inicio de la cosecha de trigo harinero (pan) en Ñuble, los productores locales están expectantes frente a la evolución de los precios internacionales y a los resultados en cuanto a rendimientos y calidad, pues si bien la presente temporada 2025-26 ha sido benigna en términos climáticos, lo que traería mayores rindes y un grano de mejor calidad, la preocupación está puesta en los precios internacionales, presionados a la baja por una mayor producción mundial, también en Argentina, lo que incide directamente en los valores que paga la molinería en Chile.
Se trata del principal cultivo en Ñuble, a pesar de que la superficie viene cayendo de manera sostenida en las últimas décadas. Según Odepa, con datos del INE, en la temporada 2024-25 se sembraron 24.618 hectáreas en la región, inferior a las 28.645 ha de la temporada 2023-24 y a las 34.527 ha de 2022-23.
Para la presente temporada aún no existe información disponible, solo se conocen los datos del estudio de intenciones de siembra que realiza el INE, que, a octubre de 2025 muestran un alza de 0,9% en la superficie a nivel nacional.
En esa línea, en el Ministerio de Agricultura estiman que la superficie en Ñuble debe estar en un nivel similar a la temporada pasada. “Para la presente temporada el escenario base razonable en cuanto a la superficie sembrada de trigo harinero en Ñuble se estima en un rango de 20 mil hectáreas, es decir, en niveles similares o levemente superiores a los de la temporada anterior 2024-25. En la Mesa del Trigo regional, donde participan productores, la industria molinera, panaderías, instituciones del agro y otros servicios públicos, como el SII, se nos presentó un sistema de estadísticas que permita tener este tipo de información antes de la cosecha, que está siendo implementado por Cotrisa y en estos momentos se encuentra en la última etapa de validación en terreno del ejercicio de superficie sembrada, y esperamos tener durante la próxima semana el dato definitivo”, expresó el seremi de Agricultura, Antonio Arriagada Vallejos.
Aumento en la producción
Dado que la temporada ha sido benigna en términos climáticos, se podrían esperar mejores rendimientos.
Según indicó el seremi de Agricultura, “aún no es posible indicar que se produzca un alza o baja en la producción, dado que, además de las superficies sembradas que estimemos, será crucial el rendimiento promedio por hectárea que experimentará la región en su cultivo de trigo, el cual depende de diversas variables”.
“Los rendimientos regionales, históricamente se han situado en un rango de 51 a 57 quintales por hectárea, lo que confirma que el problema principal no está en la capacidad productiva del territorio, sino en otros factores, como riesgos climáticos”, acotó Arriagada.
Por su parte, Carlos Smith Croxatto, director de la Asociación de Agricultores de Ñuble, manifestó que “yo espero un mejor rinde que el año pasado. Recordemos que la temporada pasada fue errática, hubo zonas que tuvieron muy mal rendimiento y una calidad muy mala, al parecer, por alguna helada de la que no nos percatamos”.
“Yo creo que este año la calidad debería estar buena y ése es un aspecto que le interesa a la molinería; el año ha venido mucho mejor, el riesgo de heladas ya pasó, los granos están formados y las lluvias cayeron muy oportunas, aunque una lluvia más nos hubiera ayudado a que los trigos terminaran muy bien. Las expectativas de calidad son muy buenas, porque los trigos se ven muy sanos, estuvieron siempre muy sanos, de hecho, en mi grupo de agricultores estábamos sorprendidos, no necesitamos poner fungicidas durante todo el invierno, solo aplicamos en la primavera. Las condiciones del año fueron muy curiosas, del invierno bastante benigno, el otoño llovió temprano, así que nos permitió hacer las cosas bien temprano”, acotó el dirigente gremial.
Smith añadió que “también esperaría mejores rindes que el año pasado. Lo que pasa es que el que el que tuvo buen rinde el año pasado, puede esperar un rinde similar, pero muchos tuvieron muy mal rinde el año pasado, los que se vieron afectados por esta helada. Este año no tuvimos ningún accidente climático que nos pudiera generar una merma importante, ni heladas, ni tempestades, ni granizo.
Mercado
Por otro lado, hay inquietud por una mayor oferta mundial, que empujaría los precios a la baja.
Carlos Smith sostuvo que “los granos están abundantes en el mundo. Los países importadores están produciendo más, como China, por ejemplo, y, por lo tanto, su importación disminuye y eso se nota muy fuerte en el mercado. China está en una campaña de autoabastecimiento muy fuerte, en todos los granos, entonces, están importando menos”.
El agricultor reconoció que “eso se está notando en los precios a nivel internacional”, al tiempo que describió que “no ha sido una caída suave, porque si consideramos que también ha retrocedido el dólar, entonces se juntan dos caídas. El precio internacional del trigo y el precio del dólar, y esa ecuación nos castiga, sobre todo, en un año complicado, porque sembramos con fertilizantes muy caros”.
También apuntó a Argentina, “donde se han producido dos fenómenos importantes. Uno es que, con la llegada del gobierno de Milei se ha ido liberalizado el comercio en comparación con lo que existía en la época de los Kirchner, cuando había retenciones, que eran prácticamente un impuesto a la exportación, por lo que exportarle trigo a Chile era complicado y a nosotros los productores no nos afectaba tanto; sin embargo, ahora se ha ido liberalizando eso, disminuyendo las famosas retenciones y eso hace que venderle a Chile sea muy conveniente, porque el costo del flete es menor en comparación con sus mercados tradicionales en el Mediterráneo”.
“Por otro lado -continuó el productor de El Carmen-, hay otro fenómeno en Argentina, que este año tiene el cosechón histórico. Hay gente que hacía 35-40 quintales por hectárea, que este año está cosechando 70-80 quintales por hectárea, algo nunca visto. O sea, se le dieron condiciones climáticas a Argentina que favorecieron un cosechón histórico. Entonces, eso va a hacer que nos van a invadir con trigo, porque tienen que salir a venderlo”.
“La verdad, no sabemos qué van a hacer los molinos”, planteó el dirigente, quien subrayó que “la expectativa de precios no es la más optimista”.
Si bien son pocos los molinos en Chile que comenzaron a comprar (en Ñuble aún no parte ninguno), de acuerdo con el monitoreo de precios que realiza la empresa estatal Cotrisa, el molino El Peral, de Linares, está pagando $26.000/quintal de trigo con 30% de gluten. En tanto, en igual fecha de 2024, en Melipilla se pagaban $29.000 por quintal.
“La calidad está buena y el rinde no va a ser malo. Y si tenemos un rinde bueno podemos suplir un poco una merma en el precio; y si tenemos una calidad buena, eso podría interesar aún más a la molinería local en comprar trigo nacional”, resumió Smith.
Sobre el escenario de precios, el seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, expuso que “aún faltan elementos para dar una respuesta definitiva, la cual se irá clarificando en las próximas semanas. Lo que podemos decir es que lo más probable es que el productor enfrente un escenario de valores similares a los de 2024–2025, con variaciones dentro de un rango acotado. La diferencia entre un resultado bueno y uno insuficiente dependerá cada vez más de la eficiencia técnica, la gestión de costos, la calidad de trigo y la capacidad para aprovechar oportunidades comerciales”.
“Será crucial observar los precios que ya han comenzado en la zona central, considerando, además, la evolución del tipo de cambio, que se ha apreciado en relación con la temporada anterior y que presiona los precios domésticos a la baja. La trayectoria de los precios internacionales también incidirá, sin embargo, un elemento relevante será la oferta local del grano, dado que, si ésta es menor de la esperada, presionará al alza los precios”, agregó Arriagada.
Activación de Cotrisa
Para Carlos Smith, la eventual intervención de Cotrisa en el mercado “es como el cuento del lobo, porque Cotrisa nunca actúa. Hay que entender que Cotrisa no puede perder plata, por lo tanto, están obligados a ser bastante cautos en las compras, porque después tienen que vender ese trigo y se deben considerar varios costos, como el almacenamiento y el flete, por ejemplo”.
En ese sentido, afirmó que su intervención será necesaria “solo si hay una distorsión muy grande de precios”, es decir, si los molinos ofrecen precios muy por debajo del costo alternativo de importación.
“No podemos decir si Cotrisa va a comprar o no, porque la acción de Cotrisa es comprar cuando hay una imperfección en el mercado. Si todavía no hay precio, no hay ni cosecha, entonces, no podemos salir a decir que Cortisa tiene que actuar”.
Como se recordará, en la temporada anterior Cotrisa arrendó instalaciones en Chillán para comprar trigo a pequeños productores de Ñuble, sin embargo, finalmente no intervino.
Consultado el seremi Arriagada, explicó que “la temporada anterior Cotrisa arrendó una bodega para iniciar la operación de compra de trigo si las condiciones de mercado lo ameritaban. Al iniciar la temporada de cosecha y, por ende, de compra de trigo, se analiza y monitorea el comportamiento del mercado local, se evalúa si alcanza una buena fluidez y si existe una buena alineación de los precios internos pagados por la industria con los precios internacionales del grano. Su eventual operación, así como la instalación en Ñuble, dependerá de ese análisis técnico. De ser necesario, el Ministerio de Agricultura informará oportunamente a los productores su decisión”.