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El 20 de noviembre, en el Centro de Estudios San Andrés, tres jóvenes haitianos lograron validar sus estudios y licenciarse de la educación secundaria en Chillán. Los hermanos Jeff y Emmanuela Chery, en compañía de su amiga Taina Pierre, se convirtieron en los primeros haitianos en egresar del establecimiento. Hoy, ya piensan en opciones para su futuro educacional.
Jeff Chery (24), entra nuevamente a una sala de clases, luego de haber pasado alrededor de seis años desde haberse titulado del colegio en Haití. Entra tímido, se sienta a pocos centímetros frente al profesor. El profesor lo saluda, responde casi en silencio, toma su cuaderno, un lápiz y se dispone a resolver las ecuaciones que se encuentran en la pizarra. No habla con nadie, pero resuelve rápidamente los ejercicios; recuerda cómo hacerlos a la perfección. Comenzaba nuevamente un período de estudios en la vida de Jeff.
Egresado con promedio 6.4 y con el curso aprobado de Cajero Bancario, a un mes de haber dado un gran paso en Chile, Jeff recuerda su paso por el Centro de Estudios San Andrés y su gran motivo para obtener sus estudios válidos en Chile, tras trabajar en una empresa construyendo pallets: “Cuando se terminó mi contrato en la primera empresa donde trabajé, sufrí abusos. Me echaron sin respetar el tiempo que yo llevaba trabajando con ellos, que fue más de un año. En ese momento yo no sabía hablar español. Desde ahí decidí aprender estudiar para defenderme. En el colegio desde un inicio me trataron muy bien, todos mis compañeros y profesores fueron una familia para mí.
Jeff trabaja actualmente en otra empresa como fabricador de pallets, en Nahueltoro. Llegó hace dos años y ocho meses a Chillán, a vivir con su hermana, Emmanuela. Hoy, vive con su pareja chilena, Constanza, con quien cumplirá prontamente dos años de relación.
Emmanuela Chery (33), entra entusiasta a la sala del 2º G. A diferencia de su hermano, Jeff, quien ya lleva algunos días de clases en el cuerpo, es su primer día. Lejos de tener miedo, se sienta en los primeros puestos de la sala, junto a Jeff. Desde allí participa, opina, habla con el profesor y resuelve los ejercicios en la sala de clases. Tiene otro roce: es titulada de Enfermería en Haití, tras haber estudiado cuatro años, título que no es reconocido en nuestro país.
Llegó a Chile hace cuatro años. Estuvo en Santiago un año y medio; sin embargo, por recomendaciones de amigos llegó a Chillán. Recuerda con tristeza su vida en Haití, donde además de dejar su vida como enfermera, dejó a su hija de siete años, la que sigue viviendo allá. Hoy, en compañía de su hija Sofía, de un año ocho meses, recuerda con cariño su nuevo proceso educacional vivido en nuestro país: “Entré al colegio mientras trabajaba de día y estudiaba en las noches. Validé mis estudios y saqué el curso de Administrativo Contable. Mientras hacía eso mi marido Sony cuidaba a Sofía, cuando vivía con nosotros. Pero Sony, debió regresar a Santiago por trabajo”. Hoy, trabaja en una empresa frutícola, en Chillán. Vive en compañía de Sofía, y la familia de su amiga Taina.
Taina Pierre (23) golpea la puerta de su sala de clases. La acompaña Génesis, su hija de cuatro meses de edad. Entra, se sienta tímida en los puestos de atrás del aula. A su lado deja a Génesis, en su coche, quien no hace ruido alguno pese a estar en un lugar desconocido. Taina toma sus materiales y afronta nuevamente un primer día de clases, a cinco años de haber egresado del colegio en República Dominicana, país donde vivió toda su vida previa a Chile, pese a nacer en Haití.
Con el curso aprobado -al igual que Jeff- de Cajero Bancario y con promedio 6,8 final, Taina guarda buenos recuerdos del recinto donde egresó: “Quería ir a la universidad acá en Chile, pero sin validar mis papeles no iba a poder. Emmanuela me animó a estudiar, por un futuro mejor. Me recibieron súper bien en el colegio, apenas llegué entendieron que tenía a mi hija y que debía llevarla. Mis compañeros fueron muy buena onda y me recibieron bien desde el principio”.
Taina llegó a Chile hace tres años. A los pocos días de llegada eligió Chillán, por su padre: “Me vine a Chile con mi esposo, porque nos dijeron que había muchas oportunidades. No pasé mucho tiempo en Santiago, me vine a Chillán al poco tiempo, porque mi papá vivía acá y nos dijo que había posibilidad de trabajo. Nos venimos con algo de dinero en el bolsillo, así que pudimos arrendar una casa”. Al pasar dos años en Chile, Taina junto a su marido Occen se convirtieron en padres de Génesis, luego de un embarazo sin problema alguno, al igual que sus tres años en Chile. Lamentablemente, no encuentra trabajo desde mediados de 2018: “Entré a trabajar a inicios de 2017 y estuve en la empresa de buses Línea Azul, la que desapareció y quedé sin trabajo”. Hoy vive junto a su marido, su hija, Emmanuela y Sofía.
Sueñan con dar la PSU
El 27 de marzo de 2017, Chile firmó un convenio de cooperación con Haití, para el reconocimiento de estudios de enseñanza básica y media. Gracias a este convenio, estas historias pueden ser contadas por quienes probablemente han sido los inmigrantes que han sufrido más barreras sociales que derribar, como la diferencia de idioma, el clasismo y el racismo que ha caracterizado a la sociedad chilena.
Para Juan Pablo Parra, profesor jefe de los tres estudiantes haitianos, los resultados en su rendimiento académico fueron sorprendentes: “Llegaron temerosos por no manejar totalmente el idioma, pero pudieron adaptarse y responder bien al aprendizaje que tenían que pasar. Se notó que los chicos venían con una muy buena preparación. Eran de los promedios más altos del curso y son jóvenes sumamente educados y responsables”.
Al día de hoy, tanto Jeff, como Emmanuela y Taina no cuentan con sus visas definitivas en nuestro país, ya que aún se encuentran en tramitación. Sin embargo, los tres sueñan con dar la PSU en el proceso 2020-2021 y entrar a la educación superior. Jeff quiere estudiar Administración de Empresas, o Pedagogía en Matemáticas. Emmanuela sueña con estudiar nuevamente Enfermería; su profesión en Haití, y poder ejercerla en Chile. Taina, por último, pretende buscar trabajo y posteriormente estudiar Administración de Empresas.