No es novedad decir que el cáncer constituye una de las principales amenazas para la vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que, en el mundo, en 2022, fue causa de más de 9,7 millones de muertes. En nuestro país, en ese año, fueron aproximadamente 30 mil las víctimas causadas por este mal, mientras que en Ñuble causó el 23% de los fallecimientos. Es decir, prácticamente 1 de cada 4 personas muere por esta causa y se estima que cada año se presentan 1.300 casos.
El cáncer de estómago y próstata son los que más vidas cobran en varones de la región. Lo siguen pulmón y bronquios. En cuanto a la mortalidad de tumores malignos, las tasas más altas radican en las comunas de Trehuaco y El Carmen, mientras las más bajas se ubican en Cobquecura, Ñiquén, Pinto, San Ignacio y Quillón.
Respecto al cáncer gástrico, existen teorías que apuntan a que la cercanía con sectores volcánicos derivaría en que en las aguas fluviales circularían algunos metales o minerales que pudiesen ser un factor de riesgo, al igual de lo que ocurre en Japón, donde existe una epidemiología similar.
Igualmente, el consumo de alimentos con altas concentraciones de aditivos también es un factor de peligro presente en la zona, además de otras variables que han empeorado, como los niveles de contaminación del aire a raíz de la utilización de leña para la calefacción residencial.
A nivel de tratamiento, la realidad local es que solo hay atención de quimioterapia, mientras que los pacientes que requieren radioterapia, incluido niños, son derivados a centros asistenciales de Concepción o Santiago.
Esa deuda debería pagarse con el futuro centro oncológico regional, cuyo terreno -en el ex Grupo Escolar, en avenida Argentina con Collín- fue entregado el pasado jueves por la Municipalidad de Chillán al Servicio de Salud Ñuble. Su diseño, en tanto, será financiado por el Gobierno Regional. De hecho, esta iniciativa es parte del Convenio de Programación que tiene el Ministerio de Salud con el GORE de Ñuble, que fue aprobado a fines de 2023 y que implica un aporte conjunto para su concreción.
El hito de esta semana es un primer paso que debe valorarse, tanto por la gestión de la autoridad comunal, como por el ahorro de tiempo que significa para el proyecto. De hecho, se estima que contar con el terreno podría reducir hasta en 2 años los tiempos de desarrollo de este centro que contará con una unidad terapéutica de alta complejidad que comprenderá tres áreas de atención al usuario: ambulatoria, quimioterapia y radioterapia y braquiterapia.
Evidentemente, hay aquí una positiva enseñanza de trabajo conjunto para toda nuestra comunidad y autoridades, que debe servir también para enfrentar las otras dimensiones de esta enfermedad, que son tanto o más importante que las terapias: la prevención (el 40% de los cánceres son evitables) y la divulgación de información, del enorme camino recorrido por la ciencia para su tratamiento y, en muchos casos, para su cura definitiva.