Señor Director:
El proceso de regionalización iniciado en la dictadura militar ha llevado consigo una tutoría y sumisión a cargo de intendentes nombrados por los presidentes que han sometido los gobiernos regionales a la voluntad de los gobiernos centrales de turno, favoreciendo incuestionablemente la inversión centralizada. Por lo mismo, la elección de gobernadores regionales a través del voto popular, al igual que la transferencia de competencias desde el nivel central a los gobiernos regionales, se han transformado en los avances más relevantes en materia de descentralización de las últimas décadas.
Sin embargo, esa trascendencia contrasta con el interés que despertaron las primarias realizadas el domingo en nuestra región, donde la participación apenas llegó al 2,5% de las personas habilitadas para votar. Una respuesta lapidaria de la ciudadanía que se puede interpretar como un decepcionado “no me interesa”, en un contexto en que los partidos políticos y sus integrantes son las instituciones peor evaluadas por la ciudadanía.
Juan Carlos Olivares
