El liderazgo demostrado en los últimos días por la ganadora de las primarias oficialistas, Jeannette Jara (PC), y la inminente consolidación de una lista única parlamentaria en la centroizquierda, obligaron a la derecha a ajustar su estrategia.
En cuestión de semanas, la tranquilidad que predominaba en sectores de Chile Vamos, anclada en el favoritismo de Evelyn Matthei, ha dado paso a una creciente preocupación por la dispersión electoral. Y en Ñuble, este giro ya se expresa con fuerza en las redes sociales y en las declaraciones de sus principales referentes.
A cinco semanas del cierre de inscripciones, la derecha enfrenta su propia encrucijada. La irrupción del eje PC-FA-SD-DC en una lista parlamentaria común dejó atrás los escenarios de supuesta comodidad.
Si hace algunos meses la derecha respiraba con calma gracias a las encuestas, hoy se asoma un dilema estratégico que puede definir no solo la elección presidencial, sino también la gobernabilidad del próximo período, según su mirada. El tiempo corre y los puentes -al menos en Ñuble- ya comenzaron a tenderse, aunque no sin tensiones.
“El PC no se equivoca”
El exconvencional constituyente, exintendente de Ñuble y vicepresidente del Partido Republicano, Martín Arrau, fue tajante al advertir que “la gran elección es la parlamentaria”, y que ir divididos podría regalarle al oficialismo el control del Congreso.
“El escenario es otro. El Partido Comunista no se equivoca y va paso a paso. Podemos estar acercándonos a un escenario como el de Venezuela en 1998, con una oposición fragmentada. En Chile no gana el parlamentario que saca más votos, sino la lista más cohesionada”, afirmó.
Arrau puso énfasis en el impacto que tendría la dispersión en regiones pequeñas, como Ñuble, donde el sistema D’Hondt castiga a los sectores que compiten en múltiples listas.
“Hay que mirar las diputaciones de distritos pequeños. Si todos compiten, todos pierden. La oposición debe elegir entre recriminarse o actuar con responsabilidad”, advirtió.
“Las fuerzas del rechazo suman un 70%”
En la misma línea, el senador Gustavo Sanhueza (UDI) apeló a la experiencia reciente.
“Cuando nos unimos, triunfamos. Cuando nos separamos, fracasamos. Basta recordar la última elección de gobernadores. Todavía hay tiempo para elegir la mayor cantidad de parlamentarios posible y hacer gobernable esta nueva etapa para Chile”, expresó.
El diputado Frank Sauerbaum (RN) fue aún más explícito.
“Si logramos reunir a todas las fuerzas del rechazo, podríamos alcanzar casi un 70% de parlamentarios. Eso le asegura al próximo Presidente estabilidad para hacer las reformas que Chile necesita”, dijo.
“La unidad no puede ser una excusa”
No obstante, la idea de una lista única parlamentaria no convence a todos.
Desde Evópoli, su presidente regional, Jorge Ávila, descartó sumarse a un acuerdo con Republicanos.
“Nos consideramos un proyecto distinto. No vamos a trabajar desde una trinchera ideológica. Es poco viable una unidad que no tenga base programática”, afirmó.
En paralelo, la diputada Sara Concha, presidenta del Partido Social Cristiano, confirmó que su colectividad ya cerró un pacto parlamentario junto al Partido Republicano y el Partido Nacional Libertario.
“Hemos logrado unidad en torno a la candidatura de José Antonio Kast. Esta lista parlamentaria refleja el compromiso con la recuperación de Chile”, señaló. También emplazó a Matthei a “tomar una postura clara” respecto de un eventual apoyo en segunda vuelta.
Más crítico fue el dirigente Freddy Blanc, coordinador regional del Partido Nacional Libertario, quien advirtió que “la unidad no puede ser una excusa para ofrecer opciones inadecuadas al votante”.
A su juicio, cualquier pacto debe priorizar la calidad ética y programática de los candidatos.
“No podemos repetir errores del pasado. La ambición no puede ser el motor de estos acuerdos”, recalcó.
