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Chillán Viejo y sus alrededores tienen un enorme potencial para el desarrollo de negocios en el ámbito de la logística y el transporte. Su ubicación privilegiada, en el centro del país, cercano a los puertos de la costa penquista y a 400 kilómetros de Santiago, le brindan la posibilidad de ser un polo atractivo para inversiones orientadas a mejorar la eficiencia del transporte, el almacenamiento, la distribución y en general, la industria logística.
Prueba de lo anterior es la construcción de numerosos centros de almacenamiento y distribución de importantes empresas nacionales en los últimos años, principalmente del rubro alimentos, como CCU, Colún, Bimbo y Cencosud, así como también en maquinarias y combustibles, entre otros rubros.
Hoy, cuando el transporte representa uno de los principales costos de producción en muchos rubros, la eficiencia logística constituye una de las áreas clave para las empresas, donde el desafío mayor está puesto en busca soluciones que permitan reducir los costos y así, aumentar la competitividad de la producción.
Asumiendo esta condición , el nuevo Plan regulador intercomunal de Chillán y Chillán Viejo (Prich), que reemplazó el instrumento vigente desde 2007- incorporó 1.634 hectáreas de suelo rural para uso industrial, emplazadas en el eje de la Ruta 5, en Chillán Viejo, recogiendo así un proceso natural de consolidación de un polo industrial y logístico que cada año suma nuevos actores y que cada vez despierta más interés entre los inversionistas y también en las autoridades, que ven en el desarrollo de esta zona una fuente de crecimiento económico y del empleo local.
De hecho, estas inversiones también tienen un efecto dominó, ya que atraen la instalación de negocios relacionados, constituyendo en algunos casos verdaderos clúster, un fenómeno que ya se está comenzando a observar, y que según fuentes del rubro acelerará su crecimiento en los próximos años.
Respecto de esto último, si bien la zona cuenta con expeditas vías de acceso por carretera, existe un atraso evidente en el desarrollo del transporte ferroviario y aéreo.
En ese sentido, desde el sector forestal, el principal motor de la economía local, hace más de una década se viene insistiendo en la necesidad de recuperar la conexión ferroviaria entre Chillán y Concepción, puesto que este modo de transporte exhibe costos más bajos y mayores niveles de seguridad.
Igualmente, en el ámbito del transporte aéreo, aunque sí se han realizado inversiones con el objetivo de mejorar el aeródromo Bernardo O’Higgins, aún persisten brechas que afectan la operación del terminal aéreo en general. Y si bien el objetivo principal de las inversiones ha sido el transporte de pasajeros, algunos sostienen que se podría aprovechar como zona de embarque de exportaciones, tanto las del rubro agrícola que se originan entre el Maule y La Araucanía, como las de otros sectores, como la salmonicultura de zonas australes. Para lograr esto, no obstante, un requisito fundamental es resolver las deficiencias en materia de seguridad e infraestructura para servicios públicos y policiales.
Ñuble debe focalizar la inversión pública en aquellas áreas que representen una oportunidad, y en las que la zona exhiba ventajas comparativas, como ésta. Avanzar en ese sentido no solo permitirá atraer inversiones privadas y generar riqueza, sino que también contribuir a la generación de empleos y al bienestar de la población.