Señor Director:
No se puede más que celebrar que un grupo transversal de diputados, junto al padre de Antonia Barra, presentaran un proyecto de ley que busca modernizar la legislación vigente en Chile en relación a delitos sexuales, para poder sancionar más eficazmente a quienes los cometen y otorgar mayor apoyo a las víctimas.
Es importante, sin embargo, alertar sobre una discusión que ha estado ausente en el debate en torno a esta materia, y que tiene que ver con la tarea de prevención de estos abusos, un tremendo desafío que apenas empieza a aparecer en las agendas tanto públicas como privadas. Saber cómo responder a un abuso no es lo mismo que saber prevenirlo.
En Chile, una de cada siete niñas será abusada sexualmente antes de los 18 años, y lo mismo sucederá con uno de cada once niños. Y la impotencia crece cuando la experiencia internacional nos señala que la prevención sí es posible, pues existen patrones que permiten conocer cómo y por qué suceden los abusos, y modelos para evitar su ocurrencia.
Para construir entornos libres de riesgo se necesitan aplicar herramientas adecuadas y prácticas para la prevención del abuso. Ya es hora de que en Chile tanto los organismos e instituciones públicos como los privados se tomen en serio este desafío de crear “ambientes seguros” para nuestros niños, niñas, jóvenes y adultos vulnerables. Es importante proponer leyes que castiguen al abusador, pero más urgente aun es promover iniciativas legales para la prevención, y que nos aseguren que esos abusos nunca se comentan.
Ximena Schencke R.
Directora Ejecutiva de Praesidium Chile