El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, afirmó, durante un discurso a la nación, que ha dado la orden expresa de “disparar a matar“, sin previo aviso, contra los manifestantes que vienen ocasionando graves disturbios en los últimos días, a los que calificó de “bandidos”.
El caos en el país asiático fue generado por la subida en precio de combustibles, llegando a altos niveles de violencia a nivel nacional. Sin embargo, el trasfondo apunta a una seguidilla de reclamos sociales y carencia de una democracia real en el día a día.
Las imágenes dan cuenta de incendios y enfrentamientos entre ciudadanía y policía civil, generando decenas de fallecimientos y una tensión en naciones adyacentes, informó TVN.
“Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso“, dijo el presidente, al alertar de que no dialogará “con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros”.
“Los terroristas continúan dañando la propiedad estatal y privada”, sostuvo.
El mandatario afirmó que “desde el extranjero se escuchan llamados a las partes para llevar a cabo conversaciones con el fin de una solución pacífica. ¡Qué tontería! ¿Cómo se puede dialogar con criminales y asesinos?“, argumentó Tokáyev, quien recalcó que “la operación antiterrorista continúa”.
Por el contrario, criticó el “papel instigador” de medios independientes y políticos extranjeros, a los que acusó de “sentirse por encima de las leyes y considerar que tienen el derecho a reunirse y hablar de lo que les venga en ganas“.