El presidente francés Emmanuel Macron anunció este jueves que quiere “organizar la ayuda internacional” para el Líbano, país al que llegó dos días después de las devastadoras explosiones en el puerto de Beirut que dejaron al menos 137 muertos y destruyeron muchos barrios de la capital.
“Ayudaremos a organizar en los próximos días apoyos adicionales a nivel francés, a nivel europeo”, precisó Macron.
“Quiero organizar la cooperación europea y, de manera más amplia, la cooperación internacional”, agregó el mandatario, que fue recibido en el aeropuerto internacional de Beirut por el presidente Michel Aoun.
Francia ya ha enviado socorristas, personal de primeros auxilios y medicamentos a la capital libanesa
Macron, que se reunirá con los principales dirigentes libaneses en su visita de un día, les solicitó que pongan en marcha de inmediatamente las reformas exigidas por la comunidad internacional.
El Líbano, afectado por una grave crisis política y económica, “seguirá hundiéndose” si no hay reformas, advirtió el jueves el presidente francés Emmanuel Macron en su llegada a Beirut, dos días después de las trágicas explosiones en la capital.
“Hoy la prioridad es la ayuda, el apoyo incondicional a la población. Pero hay reformas indispensables en ciertos sectores que Francia exige desde hace meses, años”, añadió el jefe de Estado francés.
Macron indicó que desea tener “un diálogo sincero” con las autoridades libanesas “porque, más allá de la explosión, sabemos que aquí la crisis es grave e implica una responsabilidad histórica de los dirigentes”.
Las explosiones ocurridas el martes, según las autoridades por 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en un depósito, han arrasado casi por completo con el puerto de Beirut, causando importantes daños en la capital.
Decenas de personas aún se encuentran desaparecidas, pero un coronel de la seguridad civil francesa, comprometido en las investigaciones de desaparecidos en el puerto de Beirut, señaló el jueves que había “esperanza” de encontrar “personas con vida”.
La indignación de los libaneses es cada vez mayor dado que el cargamento de nitrato de amonio, una sustancia altamente inflamable, se encontraba en el puerto desde hace seis años “sin medidas de precaución”, según admitió el primer ministro libanés