El presidente ecuatoriano Lenín Moreno, cuyo país enfrenta problemas económicos, renunció el miércoles a su pensión vitalicia de unos 4.000 dólares mensuales que recibe por desempeñarse como vicepresidente entre 2007 y 2013.
“He solicitado que la pensión que recibo como exvicepresidente, se reintegre al Presupuesto General del Estado”, indicó Moreno a través de su cuenta en Twitter.
Agregó que “para un Ecuador próspero, todos debemos arrimar el hombro. Lo hemos hecho antes y seguiremos en ese camino”.
Ante dificultades económicas, la Asamblea Nacional, en la que el oficialismo carece de mayoría, tiene previsto analizar el pago de pensiones vitalicias a exmandatarios (incluidos tres derrocados) y exvicepresidentes, que demandan alrededor de 1,1 millones de dólares al año.
Entre los beneficiarios de pensiones de hasta 4.226 dólares mensuales figuran, por delegación o herencia, hermanos, hijos y cónyuges de exgobernantes.
Poco antes de su pronunciamiento por Twitter, Moreno dirigió una carta al Parlamento en la que renuncia a la remuneración por haber sido vicepresidente.
“Coincido con ustedes en que el momento que vive el país nos exige sacrificios a todos. Como siempre, como lo hemos hecho con los recortes (de gastos), con la rebaja de salarios, seré el primero en hacerlo y acoger esta sugerencia”, añadió.
El exvicepresidente Jorge Glas, reelegido en 2017 en binomio con Moreno, recibe unos $4.000 dólares de pensión mensual a pesar de que desde ese año cumple una condena de seis años de cárcel por recibir millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Glas estuvo a cargo de los sectores estratégicos en el gobierno del socialista Rafael Correa (2007-2017), de quien también fue vicepresidente desde 2013.