El discurso presidencial sobre el erario del próximo año abrió un intenso debate político en la región. Parlamentarios oficialistas llamaron a construir acuerdos, mientras la oposición cuestionó la “falta de gestión y realismo” del Gobierno.
El Presidente Gabriel Boric presentó la noche del martes en cadena nacional los principales lineamientos del Proyecto de Ley de Presupuesto 2026, destacando un crecimiento del gasto público de 1,7%, con foco en salud, pensiones, vivienda y seguridad.
Desde Ñuble, la propuesta generó inmediatas reacciones en el arco político, evidenciando la polarización que marcará la discusión parlamentaria en los próximos dos meses.
La seremi de Gobierno, Valentina Pradenas, defendió el énfasis social y territorial de la iniciativa, subrayando que los recursos permitirán aumentar la inversión en hospitales, cirugías, programas habitacionales y seguridad. En contraste, las bancadas opositoras calificaron la presentación como un ejercicio de anuncios repetidos y criticaron la ausencia de un “fondo de libre disposición” para el futuro Ejecutivo.
Críticas opositoras
El senador UDI Gustavo Sanhueza sostuvo que el discurso presidencial “volvió a detallar un Presupuesto lleno de promesas y de metas por lograr, pero la verdad es que si vemos el comportamiento fiscal de los últimos años, los resultados son pobres”. A su juicio, los anuncios en salud, seguridad y pensiones “no se condicen con la realidad de las familias, que siguen enfrentando listas de espera, delincuencia y desempleo femenino en dos dígitos”.
En la misma línea, el diputado RN Frank Sauerbaum enfatizó que “el Gobierno no ha cumplido con su propia regla de balance estructural”, y que el gasto proyectado “no se sostiene con los ingresos reales del país”. Agregó que “se debería dejar un fondo de libre disposición de al menos 300 millones de dólares, como ocurrió en gobiernos anteriores”.
El candidato a diputado republicano Diego Sepúlveda fue más duro y acusó al Mandatario de “insistir en gastar lo que no tenemos”, interpretando el rechazo a la “glosa republicana” como “una señal de irresponsabilidad fiscal”.
Llamado a acuerdos
Desde la vereda oficialista, la senadora PPD Loreto Carvajal subrayó que el Presupuesto 2026 es “de transición”, ya que será diseñado por el actual Gobierno pero ejecutado por el próximo.
“Por eso debemos buscar acuerdos en los grandes temas y no seguir en este clima de descalificaciones que levantan las derechas”, afirmó. La legisladora planteó que la discusión debe incluir fórmulas que otorguen cierto margen de acción al futuro Ejecutivo, como la reasignación de partidas presupuestarias.
El diputado independiente-DC, Felipe Camaño, consideró “innecesario” eliminar la glosa de libre disposición, aunque matizó que “el próximo gobierno siempre tendrá espacio para reasignar recursos según sus prioridades”.
La diputada UDI Marta Bravo, en tanto, valoró que los anuncios se centren en seguridad y salud, pero llamó a examinar “con cautela” las glosas específicas, especialmente aquellas vinculadas a programas sociales en regiones.
Perspectiva regional
En Ñuble, el Plan de Emergencia Habitacional -que contempla un crecimiento de 37% en el presupuesto del Minvu durante este periodo- aparece como uno de los puntos más sensibles.
La región enfrenta un déficit habitacional agudo, por lo que la meta de más de 260 mil viviendas a nivel nacional es seguida con especial atención.
Asimismo, los recursos para infraestructura, el royalty minero y la seguridad pública fueron destacados como áreas que podrían impactar directamente en el desarrollo local.
Según la Segegob regional, la distribución de fondos provenientes del royalty ya permitió inyectar más de $9 mil millones en 20 comunas de Ñuble.
La tramitación legislativa del Presupuesto 2026 se desarrollará en un ambiente cruzado por la campaña presidencial y con posiciones cada vez más confrontadas. Mientras el oficialismo busca remarcar el sello social del erario, la oposición insiste en un ajuste fiscal más estricto y en resguardar herramientas de flexibilidad para el próximo gobierno.
El debate recién comienza, pero desde Ñuble queda claro que las prioridades sociales -salud, vivienda, pensiones y seguridad- estarán al centro de una discusión que, más allá de la técnica presupuestaria, se juega también en clave política y electoral.
