Según cifras que maneja la Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC), entre enero y noviembre del año 2019, la empresa eléctrica CGE suma 44.03 horas de interrupción del servicio en Cobquecura, límite que por norma para interrupciones internas es de 16 horas.
En la costa de Ñuble, la empresa posee 2.955 clientes, de ellos. 1.231 cuentan con generadores de respaldo en Cobquecura y 495 en Buchupureo, dejando un 42% de la población, principalmente rural, sin respaldo ante cortes de suministro eléctrico.
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Ante esta situación que afecta no tan solo al diario vivir de los vecinos, sino que también a los empresarios turísticos, así lo informó ayer La Discusión, donde exigían mejorar la infraestructura eléctrica de la comuna costera.
Hoy reaccionaron la presidenta Cámara de Comercio, Turismo y Desarrollo de Cobquecura, reconocida por el Ministerio de Economía, Fernanda Torres; el concejal Claudio Vargas, y vecinos, quienes presentaron un reclamo formal ante el Sernac, instancia en la que estuvieron acompañados por la Gobernadora provincial de Itata, Rossana Yáñez.
“Como Gobernación también hemos tenido mesas de trabajo con la CGE, conversaciones pidiendo que mejoren el tiempo de reposición y el seremi de Energía está también viendo el tema en Santiago. Necesitamos tener un servicio que tenga la misma calidad que hay en cualquier otra comuna de Chile. Estos cortes no solo afectan a Cobquecura, sino que sectores rurales de Quirihue”, explicó la gobernadora de Itata.
La presidenta de la Cámara de Comercio señaló que el tema de los cortes “es súper complicado porque es una comuna rural, pequeña, que está tratando de crecer donde los empresarios ponen de su parte, y se ven perjudicados porque no hablamos de un par de horas de corte de luz, sino que más de 8 horas. No solo se corta la luz, distinto a una ciudad, porque acá se corta la luz, el agua, teléfono y queda una comunidad completa totalmente aislada”, dijo Fernanda Torres.
A modo de ejemplo, en el sector de Taucú, ante el último corte de servicio, dos familias dejaron sus cabañas por no tener acceso a energía eléctrica, agua y telefonía, a pesar de tener reservas, mientras que locales de comida perdieron alimentos al romper la cadena de frío de sus productos marinos principalmente.
“La preocupación de la municipalidad ha llevado incluso al alcalde el año pasado a interponer un recurso, porque esto está afectando la seguridad, a los empresarios turísticos, al suministro de agua en sectores rurales, alumbrado público, entre otros. Lo preocupante es que la empresa lleva más de un año comprometida en invertir más de 800 millones en mantención y reparación del tendido eléctrico, y esto no ha ocurrido. Ojalá que con todas las líneas de acción que estamos llevando, esto tenga una pronta solución”, dijo por su parte el concejal Claudio Vargas
