Señor Director:
Preocupación han generado las sostenidas alzas en los precios de los arriendos de viviendas. Para explicar esta situación, debemos considerar la compra de casas y departamento y los arriendos como acciones sustitutas que dependen, entre otros factores, del precio de venta de las viviendas y del alquiler, así como de las condiciones de financiamiento existentes en el mercado.
En el caso de la compra de viviendas, además de que hoy los precios han aumentado considerablemente en los sectores urbanos, el financiamiento se ha encarecido producto de las alzas en la tasa de interés, siendo los créditos hoy mucho más caros que dos años atrás cuando tuvimos tasas de hipotecarios históricamente bajas.
Lo anterior impide que familias, que están obligadas a contratar algún hipotecario para adquirir su vivienda, hoy lo puedan hacer. Entonces, ven como opción el arriendo.
El efecto en el sector inmobiliario se debería comenzar a notar cuando parte de las unidades en reserva no se concreten finalmente en una venta, producto de que las familias, al momento de evaluar su crédito bajo las condiciones actuales, no lo puedan financiar. Este impacto puede darse en aquellas viviendas de menor valor, pues los sectores más pudientes pueden mantener su poder adquisitivo.
Asimismo, el aumento del precio de los arriendos guarda relación también con la mayor demanda. Al tener una situación de mayor normalidad, con las instituciones de educación superior y establecimientos educacionales funcionando en presencialidad, se generó un alza en la demanda de arriendos, sobre todo para estudiantes. Lo anterior incentiva a los dueños de departamentos y pensiones a aumentar los precios aprovechando la escasez de unidades.
Karin Bravo Fray
Directora Postgrados USS