Porcentaje de nulos y blancos en elección de cores alcanzó el 25% en Ñuble
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“La verdadera lista ganadora”. Así denominaron los analistas a nivel nacional al alto porcentaje de votos nulos y blancos en las últimas elecciones municipales y regionales. Esto, ya que en los comicios de consejeros regionales, los sufragios inválidos llegaron al 25,7%, diez puntos por sobre de la lista de mejor performance, la del Partido Republicano (15,6%).
En Ñuble, el panorama fue similar. Un 25% de votos nulos y blancos en cores; 17,4% en concejales; 17% en gobernadores y 7,7% en alcaldes, demostrando estos últimos comicios que son los que más internalizados tiene la ciudadanía.
Desde la academia, el fenómeno preocupa.
“Creo que son varios los factores. En primer lugar, debemos considerar que existe una gran desconocimiento en relación con las funciones que cumplen los consejeros regionales, su importancia, e incluso de quienes ocupan este cargo actualmente. Esto, sin duda, incide a la hora de votar. Además, se trata de un órgano colegiado, no unipersonal, como puede ser el caso del gobernador, lo cual dificulta identificar con claridad la persona a elegir”, sostuvo el abogado y académico de la U. de Concepción, Alfonso Henríquez.
Junto con lo anterior, expresó, “en esta elección no solo se eligieron cores, sino que otras autoridades, algunas también de órganos colegiados, lo cual agrega aún mas complejidad. Debemos notar que el voto estaba muy disperso entre un gran número de partidos, pactos y subpactos, contribuyendo así a la confusión generada por todos los factores anteriores. Todos estos elementos explican, en parte, que la gente si bien acudió a votar, en la práctica, no tomó una decisión, fruto de la desinformación, y la gran cantidad de opciones disponibles”, planteó.
Multifactores
Según la experta en Márketing Político, Paulina Pinchart, “lo primero es poner en contexto que en esta elección eran cuatro papeletas las que tenía que marcar cada elector, y salvo las papeletas de gobernador, las otras eran bastante más extensas, sobre todo las de cores y las de concejales. Por lo tanto, si pensamos no en la gente que tiene una actitud positiva o negativa hacia la política, es decir, los que de alguna forma están vinculados al espectro político, sino que en la gente común y corriente; ya era bastante retener un nombre para alcalde y otro nombre para gobernador. Además, tenemos que tomar en cuenta y poner en contexto otro hecho más: de todas las elecciones que se dieron, aquella que era más cercana y comprensible para la gente común, era la de alcaldes y, por supuesto, también la de concejales, porque más o menos entienden el deber del concejal, no del todo, pero comprenden que participa por lo menos de los concejos en conjunto con el alcalde, donde se aprueban o se rechazan una serie de cosas para la comuna. Por lo tanto, estos dos nombres, quien fuera su candidato para alcalde, como el de concejal, podían ser relativamente cercanos, mucho más el de alcalde que el de concejal”, destacó.
Sin embargo, argumentó, “si hoy hacemos una encuesta de cuál es el rol del gobernador regional y cuáles son las facultades de los consejeros regionales, yo me atrevo a decir que la mayor parte de la población no tiene realmente claras cuáles son las funciones de unos y de otros. Por lo tanto, en este listado tan grande de cores, obviamente ya era más difícil tener un nombre, porque no era tan fácil asociarlo a algo más cotidiano para ellos”, aseveró. Paulina Pinchart destacó que se advirtió antes de las elecciones.
“Lo dijimos antes de las elecciones, sin duda el voto blanco y el voto nulo en concejales, y sobre todo en cores, iba a ser más alto que las otras veces, porque la gente o no recordaba el nombre o son funciones que más bien tiende a desconocer. ¿Y por qué las tiende a desconocer, si todo eso a través de los medios tradicionales se ha dado a conocer? Porque en la gente, efectivamente hay un hastío hacia la política y los políticos, que hace que tampoco se interesen ni se motiven en buscar mucho sobre la biografía de cada uno de estos candidatos a cores y a concejales, porque al final, ‘la vida no me cambia en nada y tampoco entiendo mucho qué es lo que hacen’”, afirmó.
Por lo tanto, dijo, “terminan o votando por algún nombre que les suene, si es que ha salido en su familia, lo pueden retener más, pero si no, simplemente anulan o dejan en blanco el voto. Y creo que ése es el fenómeno que primó”, esgrimió.
Es por estos multifactores, añadió, “el hastío a la política, la elección con cuatro papeletas, la cantidad de nombres que había en cada papeleta, especialmente de cores y de concejales, todo eso ayuda a que la gente en definitiva se pierda y no se motive, porque no ve tampoco grandes resultados de parte de los políticos”, sentenció.