Señor Director: No es necesario ser experto en salud para llegar a las conclusiones que me surgen de haber recibido cientos de documentos, opiniones y estadísticas en el último mes. Estas conclusiones son: a) Falta de prevención y preocupación en la mayoría de los países por las maneras en que se desarrollan este tipo de virus y como se desarrollan en animales y se retransmiten a los humanos. b) Escasez de intercambio de información confiable a nivel mundial entre las autoridades sanitarias para enfrentar este tipo de epidemias (luego pandemias). c) Retraso en las medidas de aislamiento de poblaciones en riesgo. d) Reacciones diferentes en las poblaciones ante las exigencias de la autoridad sanitaria al momento de tomar medidas, primero de reducción de la asistencia al trabajo o lugares de estudio, y luego, frente a la cuarentena. Estas reacciones pasaron de la total indiferencia frente al problema (Italia), hasta una reacción muy disciplinada que obedece a una cultura y a un sistema político más férreo (China). e) Se desnudaron las dificultades (incapacidades) de los sistemas de salud para tomar oportunamente medidas preventivas básicas: mascarillas, guantes y test de detección, pero también se mantuvo el retraso en medidas de mayor envergadura, adecuación de hospitales (albergues de contagiados), compra de ventiladores, reforzamiento del personal sanitario o de personas que ayuden al personal sanitario, por ejemplo, supervisando que se cumplan las cuarentenas o en los servicios de información telefónica. f) Ambigüedad entre las decisiones económicas y sanitarias. El remedio peor que la enfermedad dijo el presidente Trump cuando se oponía a la cuarentena porque podría bajar el crecimiento del PIB (pocos días después cuando EE. UU. superó todos los records de contaminación, la cuarentena empieza a generalizarse en ese país). Cada país debe evaluar cuanto de esto le concierne y qué medidas deberían tomarse para enfrentar lo que resta de la crisis Covid19 pero, sobre todo, para tomar medidas hacia el futuro para que, al menos, se tengan más claras las directrices esenciales en caso de fenómenos similares que, lamentablemente, están apareciendo con más frecuencia en los últimos decenios.
Rafael Urriola