La distribución por parte del Ministerio de Educación en los colegios municipales de una guía sobre sexualidad afectiva, con ejercicios para niños de kinder; generó controversia entre los sectores más conservadores, motivando incluso el anuncio de una acusación Constitucional en contra del ministro de la cartera, Marco Antonio Ávila, de parte de las diputadas del Partido Social Cristiano, Francesca Muñoz, y Sara Concha.
El ministro Ávila tildó los cuestionamientos como “caricaturas” del programa de educación sexual.
Precisó que el texto, “Orientaciones para la inclusión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema educativo chileno”, fue publicado por primera vez en 2017, y el pasado 17 de mayo, el Mineduc publicó una actualización de dichas orientaciones, las que no contemplan actividades para ningún nivel. Se trata de siete cartillas que están disponibles en el sitio web del Mineduc. Esto no es una caricatura, no es un tema de nicho; éste es un tema de derechos humanos y de resguardo del debido derecho a la educación de niños y niñas de todo el país”, manifestó, enfatizando que este año ya van tres intentos de suicidio de jóvenes trans.
A raíz de la polémica suscitada, surgió en la opinión pública el debate sobre la edad en la que los niños deben recibir educación sexual, e incluso, si debieran recibirla, ya que algunos cuestionan que los establecimientos educacionales interfieran con el libre derecho de los padres a educar a sus hijos.
Distintos enfoques
Según la diputada por Ñuble, Sara Concha, “hay que considerar que este manual está enfocado sólo hasta niños de sexto básico. Es decir, desde los 3 y 4 años de edad, y en ningún caso, tiene actividades para jóvenes. Esto lo único que logra es normalizar los abusos, y la actividad sexual temprana, en niños que no están desarrollados ni emocional, neuronal, ni biológicamente para eso, porque en ninguna actividad de las que ha promocionado este ministro, se ha enseñado a los niños lo que es resguardar la individualidad y privacidad. Aquí no existe la privacidad, es todo lo contrario, se enseña una sexualidad expuesta y eso es un factor de riesgo, no es un factor protector”, arguyó la legisladora.
Según Concha, “con la excusa de que el Estado ayude a los casos excepcionales de niños que son abusados por sus familias, o cuyas familias no tienen las herramientas educacionales, se han implementado éste, y otro tipo de charlas y actividades a todos los niños por igual, sin respetar la voluntad de los padres, que en su gran mayoría cuida -no vulnera- a sus hijos. El Mineduc ha implementado la educación sexual tratando a todos los apoderados del país como abusadores y descuidados con sus hijos, y la realidad no es así. El problema radica en que el Mineduc se ha salido de su atribución legal y pasa a llevar los derechos fundamentales de los padres de velar por el buen desarrollo de sus hijos, vulnerando la indemnidad sexual de los menores”.
A juicio de la parlamentaria, “cuando en un hogar no están dadas las condiciones para apoyar a los niños en estas materias, lo primero es trabajar el tema con los padres. Si estos no tienen las herramientas, deberían entregárselas, no tomar su lugar. Segundo, enseñar sin imponer una sola visión, ya que en ningún caso se habla de la abstinencia como un método anticonceptivo, pero sí se sugiere el aborto como tal, cuando claramente no lo es. Se debe enseñar a los pequeños la intimidad de su cuerpo y que nadie debe tocarlo, son programas de prevención de abuso que existen, incluso en Chile, pero el Mineduc no ha puesto ese tipo de material a disposición de las escuelas para que sea utilizado para abordar el tema, sólo material LGBT”, aseveró.
Educación no sexista
Desde otra perspectiva, Josefa Balmaceda, abogada de la Asociación de Abogadas Feministas de Chile (Abofem) -organización que permanentemente ha impulsado la necesidad de una educación sexual integral en el país-; planteó que la formación temprana en temas de género es esencial.
“Es necesario trabajar en una educación no sexista para emparejar la cancha para niños y niñas desde las primeras etapas de su vida. Una educación sin sesgo de género, que no siga el cánon de azul y juguetes de autos para niños, y rosado y muñecas para niñas, permite que todos los niños puedan disfrutar explorar sus propios gustos, y que además, formemos hombres y mujeres preparados para cualquier función”, afirmó.
Agregó que “siempre hay que ser cuidadosos con que la información entregada no transgreda límites de lo que deben asimilar los niños según cada etapa escolar, pero sin duda, a falta de herramientas de padres y madres para formar a sus hijos en dichas materias; la presencia de estos temas en el sistema educativo también permite, entre otros beneficios, poder prevenir el abuso infantil, otorgando herramientas para el autocuidado”, sostuvo la abogada.
