Señor Director:
Sentir cansancio extremo al hacer un esfuerzo y una tos seca que produce crisis de ahogos son algunos de los síntomas de la Fibrosis Pulmonar Idiopática (FPI) o sin causa, una enfermedad progresiva y mortal que va endureciendo los pulmones, dificultando la capacidad de respirar.
Sin embargo, la FPI no tiene por qué ser una sentencia para quienes la padecen, porque se pueden vivir años con buena calidad de vida si hubiera acceso a los profesionales adecuados para un diagnóstico temprano, o si contaran con los medicamentos para enlentecerla, u oxígeno complementario para su uso cotidiano, con lo difícil que es respirar para ellos.
Lamentablemente, en Chile esto no es posible. Las personas deben tener derecho al oxígeno, ya que, a medida que la FPI se agrava, muchas de ellas lo requieren de manera urgente. No obstante, los gastos mensuales se elevan considerablemente al tener que adquirir cilindros o un concentrador. En consecuencia, cuando no cuentan con estos recursos, los destinamos a un confinamiento mortal.
Solicitamos que los medicamentos para la FPI que ayudan a retrasar su progresión, terapias kinesiológicas, apoyo emocional y equipos que suministren oxígeno, en sus versiones estacionaria y portátil, sean considerados dentro de la cobertura de la Ley Ricarte Soto o en las Garantías Explícitas en Salud (GES). Mucha gente está muriendo antes de tiempo porque no tiene acceso a estos elementos. Las personas con esta enfermedad necesitan tener una vida digna.
Javier Figueroa
Comunidad online Fibrosis Pulmonar Chile