El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, buscará este miércoles en Jamaica fortalecer la influencia de Estados Unidos en el Caribe, una región cercana en los últimos años a la Venezuela del fallecido Hugo Chávez y de su sucesor, Nicolás Maduro.
Jamaica es la última parada de una gira de Pompeo por Latinoamérica y el Caribe, que lo llevó el lunes a Colombia y el martes a Costa Rica, y que estuvo marcada por la crisis venezolana, agudizada luego de que Maduro asumiera hace un año un segundo mandato tras una cuestionada reelección.
“Mantendré un importante encuentro con líderes caribeños para analizar cómo podemos trabajar juntos en la promoción de nuestros valores democráticos comunes y la prosperidad de nuestros pueblos”, dijo Pompeo, al detallar su viaje en un discurso el viernes en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Las naciones caribeñas han sido por años beneficiarias de generosos subsidios petroleros del gobierno chavista a través de la alianza energética Petrocaribe, cuyos aportes han mermado en medio de la debacle económica de Venezuela y la caída de su producción de crudo.
Y esa cercanía parece estar cambiando.
En Kingston, capital de uno de los principales aliados de Estados Unidos en el Caribe, Pompeo participará este miércoles en una mesa redonda con los cancilleres de Jamaica, Bahamas, Belice, Haití, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves y Santa Lucía, dijo un funcionario diplomático estadounidense.
“Pondrá énfasis en nuestro favorecimiento de la democracia, los derechos humanos, el desarrollo y la cooperación en seguridad”, señaló en una sesión informativa previa al viaje en la que prefirió no ser identificado.