Señor Director:
El reciente debate en el Grupo de Política Monetaria (GPM) sobre la magnitud del recorte de la Tasa de Política Monetaria (TPM) refleja la “encrucijada” en que se encuentra la economía chilena.
La votación dividida del GPM evidencia las distintas interpretaciones sobre cómo equilibrar el estímulo económico sin comprometer la estabilidad de precios. Mientras la inflación ha sido contenida y las expectativas se mantienen ancladas en torno al 3%, la economía chilena muestra signos de una lenta recuperación.
El contexto internacional añade complejidad. La incertidumbre por el conflicto en Medio Oriente y el ajuste económico en China podrían afectar el tipo de cambio y generar presiones inflacionarias a través del alza en los precios de los combustibles. Además, la resiliencia de la economía estadounidense podría influir en las condiciones financieras globales.
Es evidente que la política monetaria por sí sola no está logrando impulsar la recuperación económica deseada. La baja en las tasas de interés no ha estimulado el crédito ni la inversión, y el mercado laboral no ha mostrado mejorías notables.
Ante este escenario, es necesario considerar un enfoque más integral. La política monetaria debe ser complementada con medidas fiscales y reformas estructurales que promuevan la inversión y mejoren la productividad. La confianza empresarial y el estímulo a sectores clave pueden ser fundamentales para reactivar la economía y generar empleo.
Leonardo Rivas
Fac. de Adm. y Negocios-U. Autónoma