Señor Director:
En los programas presidenciales el papel aguanta todo, pero en los hechos, hasta ahora, los compromisos públicos que algunas candidaturas han hecho en educación (como condonar el CAE y pagar la deuda con los profesores) solo favorecen a quienes tienen en ese sector la privilegiada capacidad de movilización política y electoral, y en ese juego los niños y niñas pobres no votan, no existen ni cuentan, solo se les sigue condenando de por vida a la marginalidad y falta de oportunidades.
Víctor Pérez Vera