Al revisar las demandas de las comunidades de San Fabián de Alico, entendidas como compensaciones por la concreción del embalse La Punilla, sorprende que se trata de solicitudes que apuntan a corregir brechas vergonzosas, derivadas de la ruralidad y el aislamiento, que sufre a diario un importante número de compatriotas que carecen de una conectividad vial apropiada, no tienen cobertura de telecomunicaciones y sufren frecuentes cortes de luz.
Servicios tan básicos como el agua potable, el alcantarillado y el acceso oportuno a la salud son una realidad lejana para los habitantes de sectores como El Caracol, La Mortandad, Las Guardias, Los Puquios, Roble Huacho, La Vega, Los Sauces, Quebrada Oscura y Pichirrincón, entre otros.
Paradójicamente, en esa zona se prevé levantar un megaproyecto de más de US$ 500 millones, que empujará el desarrollo agrícola de, al menos, cinco comunas de la región, listado en el que San Fabián, hasta ahora, no figura. De hecho, las compensaciones establecidas en la resolución de calificación ambiental del proyecto, de 2010, están más acotadas a aspectos ambientales y sociales, pero no apuntan al mejoramiento de la calidad de vida ni al fomento productivo como ejes principales.
Lo anterior cobra mayor relevancia si se considera el gran impacto que tendrá la obra en la vida de los habitantes de San Fabián, además de los efectos ambientales ya conocidos.
Basta mencionar que, durante su construcción, que se extenderá por ocho a diez años, se generarán alrededor de 9 mil empleos, la mayoría de los cuales corresponderá a una nueva población flotante que demandará diversos servicios, como hospedaje, alimentación y comercio, pero también salud, seguridad y transporte, entre otros. Ello, además del impacto que significará el tránsito de vehículos pesados por una ruta que todavía es de ripio y tierra.
Precisamente, una de las demandas que más se repite entre los vecinos de San Fabián es el mejoramiento de la conectividad vial, por tratarse de sectores que tradicionalmente han sufrido con el aislamiento. En ese sentido, la pavimentación de la Ruta N-31 San Carlos-San Fabián, que se extiende hasta La Punilla, asoma como una necesidad prioritaria para esta comuna y para la región, dado, además, el carácter estratégico que tendrá cuando se habilite el Paso internacional Minas-Ñuble.
Por ello, se valora el trabajo desarrollado por la Mesa Cordillera, instancia que reúne a organizaciones sociales y gremiales y al municipio de San Fabián, en la que se ha avanzado en la confección de un petitorio que conducirá al diseño del llamado “Plan San Fabián”; de hecho, este lunes, una comitiva de dirigentes sostuvo una reunión, en Santiago, con el director general de Concesiones del MOP, Juan Manuel Sánchez, gracias a la gestión del senador Gustavo Sanhueza, encuentro en el que la autoridad del MOP acogió favorablemente las demandas que requieren la participación de dicha cartera y se definió como plazo, la última semana de septiembre, para sistematizar las demandas y establecer metas de cumplimiento, lo que constituye un logro clave para la Mesa Cordillera.
Pero claramente, será necesaria la participación de otras entidades públicas para dar respuesta a estas demandas que, en definitiva, solo apuntan a combatir el aislamiento y a brindar un estándar mínimo de calidad de vida a cientos de ñublensinos.