El diputado Jorge Sabag solicitó a la Cámara que se oficie al director general de concesiones del Ministerio de Obras Públicas para que, en el marco del futuro contrato de concesión de la Autopista del Itata, se mejore el estándar de seguridad y se evalúe la factibilidad de reducir el valor del peaje troncal y se eliminen sus dos peajes laterales, en el acceso a Nueva Aldea y en el acceso a Rafael.
Según explicó el parlamentario, ya comenzó la elaboración de las bases de licitación del futuro contrato de concesión, que debiera comenzar a regir a partir de 2023, cuando expire el actual, que tiene una duración de 28 años.
Sabag argumentó que el peaje troncal Agua Amarilla es el más elevado del país, y sin embargo, la carretera no presenta los mejores niveles de seguridad. Actualmente, el valor es de $4.410 para automóviles y camionetas.
“Primero, hay que mejorar el estándar de seguridad de la autopista. Yo perdí la cuenta de cuántos accidentes fatales ha habido en los últimos años; cada vez que hay una lluvia hay un accidente. Recordemos que no tiene mediana en toda su extensión”, subrayó.
“Y segundo, mejorar las condiciones de equidad. Aquí tenemos el peaje más caro de Chile, de manera que dentro de la licitación hay que incluir un peaje más bajo, más razonable, considerando que en la Ruta 5 los peajes, en promedio, son de $2.300 por un tramo equivalente”, puntualizó el legislador.
Igualmente apuntó a la discriminación negativa que representan los peajes laterales, especialmente para los habitantes de las comunas de Coelemu y Ránquil, que deben pagar $2.200 y $1.260, respectivamente, tanto al entrar como al salir. “Se han transformado en un obstáculo para acceder y para salir de la comuna”, enfatizó.
Menor inversión
El diputado también expresó su deseo de que al igual que en la concesión del tramo Talca-Chillán de la Ruta 5, el nuevo contrato considere el sistema de pago free flow, mediante el uso de pórticos, de tal manera que se pague por lo que efectivamente se usa. De implementarse este sistema, se eliminaría el peaje troncal Agua Amarilla.
Asimismo, planteó que en este nuevo contrato no se justifica un peaje tan elevado, toda vez que en este contrato no se requiere construir una carretera, sino que solo se deben realizar labores de mantención y ejecutar algunas obras adicionales.
“Recordar que este peaje tan alto es porque tenía que financiar la construcción de la autopista, pues no había carretera. Ahora, ya no hay que financiar la construcción, por lo tanto, los costos serán menores. En definitiva, lo que se está concesionando es la mantención y la ejecución de algunas obras adicionales”, argumentó.
Finalmente, el diputado Sabag abogó por que exista “un verdadero proceso de participación ciudadana donde se tomen en cuenta las necesidades de distintos sectores, como por ejemplo, de Quinchamalí, que no cuenta con un paradero para la locomoción colectiva, entonces, los buses no les paran, y así ocurre con varios otros sectores”.