Señor Director:
Al comparar los resultados del PIB regional de Ñuble del primer trimestre de este año (+4%) y del PIB regional anualizado del 2023 (-0,3%), podríamos sacar cuentas alegres, sin embargo se requieren algunas mediciones más para establecer si dicha mejora es una tendencia permanente en el tiempo. Por otra parte, si suponemos que la economía está mejorando, ¿Por qué Ñuble presenta un desempleo de dos dígitos?. ¿Será el resultado de malas políticas agrícolas, sector donde es conocida y progresiva la reducción de la demanda laboral?.
Es momento para que las autoridades profundicen su análisis sobre el impacto que ha generado nuestro proyecto autónomo regional y si, tal como se concibió en un comienzo, vamos o no camino a ser potencia agroalimentaria. La ausencia de embalses, el déficit energético y los problemas estructurales en conectividad, nos obligan a pensar que la administración pública regional es más bien situacional, sin la mirada larga y estratégica que una región novata como Ñuble requiere. Ejemplo de ello es haber tenido cuatro delegados presidenciales en dos años y cuatro meses de gobierno.
Las obras tangibles y determinantes para nuestro desarrollo, siguen siendo un sueño. La burocracia estatal todavía no logra hacer de esos sueños una realidad.
Aldo Sandoval Garrido
Agrónomo de la Universidad de Concepción