Tras permanecer 25 días continuos bajo cuarentena obligatoria, las comunas de Chillán y Chillán Viejo, de manera gradual, han retomado sus actividades desde el pasado 26 de abril, enfrentándose a la “nueva normalidad” que significa vivir el día a día en medio de la actual pandemia por Covid-19.
Este retorno a la cotidianidad viene acompañado de una serie de medidas, algunas empleadas desde el comienzo de la emergencia como el lavando frecuente de manos, uso de mascarilla y distanciamiento de 1 a 1,5 metros entre personas, con el único fin de reducir el riesgo de contagios por coronavirus y mantener lo logrado hasta ahora, una descendencia significativa en la curva de nuevos contagios, pues lograr el efecto contrario, sería restablecer las restricciones que rigieron en la intercomuna en el principio de la crisis.
En ese contexto, las autoridades de la región de Ñuble han llamado intensamente a las personas al autocuidado, ser responsables y cautos para seguir enfrentando la pandemia que podría durar varios meses, haciendo énfasis en la protección de adultos mayores, los más vulnerables a esta mortal enfermedad.
Asimismo, están establecidos diversos protocolos e iniciativas que buscan brindar seguridad tanto a usuarios como a trabajadores en diversos sectores de la sociedad.
Uso de mascarilla
Desde mediados de abril, el Ministerio de Salud anunció el uso obligatorio de mascarillas en lugares donde se encuentren 10 o más personas en espacios cerrados. Esta medida rige en “aeropuertos, locales comerciales, hoteles, establecimientos de salud, lugares de trabajo, establecimientos educacionales, residencias de adultos mayores, recintos deportivos, lugares de fabricación de alimentos y medicamentos, supermercados, pequeños comercios, y demás establecimientos de libre acceso público” .El incumplimiento puede significar una multa que puede llegar hasta a los $2,5 millones.
Además, municipios como Chillán, Yungay, Coihueco, Bulnes, Quirihue y San Fabián decretaron ordenanzas para el uso obligatorio de este insumo en los espacios públicos de las comunas, y su infracción puede ser sancionada con una multa de hasta 1.5UTM.
Transportes
Para resguardar la salud de las personas que se movilizan en el transporte público y privado, así como a los conductores, la Seremi de Transportes instruyó realizar la limpieza y desinfección constante de las máquinas o vehículos, así como efectuar controles sanitarios en los terminales de buses.
Asimismo, es obligatorio el uso de mascarillas. Las medidas de higiene son aplicables en micros, buses interurbanos y rurales, colectivos urbanos y rurales, taxis, ferrocarriles y buses o minibuses de traslado de personal.
Para el servicio de traslado de trabajadores particulares será necesaria la higienización, desinfección y sanitización de los vehículos al inicio y término de la jornada. A los ocupantes se les debe tomar la temperatura antes de salir y debe existir separación entre ellos, de al menos un puesto vacío.
Comercio
Con la reactivación paulatina de algunas actividades económicas, entre ellas el comercio local y servicios, existe un protocolo sanitario para atender al público y resguardar a los empleados, y con ello, disminuir las probabilidades de contagios por Covid-19.
Las iniciativas consisten en capacitar a los trabajadores sobre el coronavirus, flexibilizar los horarios de ingreso y salida de los colaboradores para evitar aglomeraciones, asegurar la higienización de manos frecuentes y lavado regular cada 20 minutos, uso de elementos de protección personal, promover medidas de autocuidado, uso de mascarilla en clientes, desinfección de superficies cada 20 minutos, disponer de alcohol o alcohol gel en los accesos abiertos a público, instalar separadores en la atención de público, entre otras acciones.
Está prohibido el funcionamiento de lugares que aglomeren personas como teatros, cines, gimnasios, pubs, discotecas y locales nocturnos. No se permiten las reuniones religiosas, celebración de misas o cultos.
Los restaurantes y establecimientos de comida solo pueden atender clientes mediante el servicio de delivery, y el horario de cierre será a las 21:30 horas.
También existe una resolución sanitaria que prohíbe, de manera indefinida, cualquier tipo de comercio ambulante en las comunas de Chillán y Chillán Viejo, con el objetivo de evitar la congregación de personas.
Trabajo
Durante esta pandemia se ha optado por el trabajo a distancia, en los casos que se puede realizar. Sin embargo, para el retorno de la actividad laboral se deben cumplir estándares mínimos en los puestos de trabajo como limpiar y desinfectar los espacios de uso público y común, como comedores, al finalizar cada jornada.
Uso de mascarillas y antiparras o escudos faciales los puestos de trabajo, además de distanciamiento social.
En caso de presentarse uno o más casos de contagios por Covid-19, se deben sanitizar todas las instalaciones del lugar.
Distanciamiento peatonal
Para favorecer el distanciamiento social en la vía pública se mantendrá el cierre perimetral en el centro de Chillán, restringiendo el tránsito vehicular en siete accesos, entre las 9:00 y 13:00 horas.
Los cortes y desvíos de vehículos se realizan en las calles: 18 de Septiembre con Maipón, El Roble con Carrera, Arauco con Libertad, Constitución con 5 de Abril, Maipón con Isabel Riquelme, Cocharcas con 5 de Abril y Arturo Prat con Arauco.
Personal militar y policial controlan que se cumplan el distanciamiento, así como las medidas sanitarias.
Por otra parte, las municipalidades de Chillán y Chillán Viejo deben sanitizar sus centros cívicos, incluyendo instituciones concurridas como bancos y notarías.
Toque de queda
En Ñuble sigue vigente la restricción de toque de queda, entre las 22:00 y 5:00 horas. En este periodo de tiempo, efectivos del Ejército, PDI y Carabineros fiscalizan que se acate la medida en toda la región. También han realizado rondas masivas de seguridad en la intercomuna, con énfasis en las periferias.
En tanto, el cordón sanitario que prohíbe el ingreso y egreso a la intercomuna se mantendrá hasta hoy domingo 3 de mayo, a las 22:00 horas.
Sigue prohibido el traslado a segundas viviendas mientras dure la pandemia por Covid.
Concepto
El nuevo concepto de “nueva normalidad” empleado por el Gobierno, no es primera vez que se utiliza para comprender una etapa nueva después de una crisis. El sociólogo de la Universidad de Concepción y Magíster en Gerencia social, Juan Cristóbal Torres, recordó que este término ya se ha aplicado para explicar otros hitos históricos.
“Lo interpreto como un paso al acceso de la gente al consumo, una reactivación, quizás necesaria, pero a lo mejor precipitada que se le está dando a la evolución que ha tomado la enfermedad en Chile. Es un concepto que no es del gobierno y que se implantó afuera, por parte de la Organización Mundial de la Salud Incluso tiene un antecedente para una crisis económica del año 2008, que partió desde ahí como la nueva normalidad económica. El concepto también se acuñó en el estallido social, el cual quería plantear una nueva normalidad”, explicó.
El profesional advierte que el uso del concepto de “nueva normalidad” fue apresurado para la etapa que vive Chile y en particular, Ñuble frente a la pandemia, cuando aún no se experimenta el peak de contagios anunciado por las autoridades.
“Hay varios países en la Unión Europea que lo han implantado. España es uno de ellos que lo ha utilizado fuertemente, pero a procesos distintos. No es lo mismo implantar una nueva normalidad en España, donde la enfermedad que está en otro proceso, con varias semanas antes que Chile, donde no se llega al peak o meseta. Entonces, es poner un concepto comparándolo con una tormenta, cuando en un país está casi terminando, y en otro donde ni siquiera entramos a lo duro de la tormenta”, sostuvo.
En la misma línea el sociólogo, Kevin Villegas, coincidió en que la nueva normalidad “es un poco forzada, porque en realidad lo que se busca allí es un poco a echar a andar la economía, no poner en primer orden de prioridad el tema sanitario. Creo que ahí el riesgo se genera por parte del Estado al levantarse las restricciones, corriendo el riesgo de que existan nuevos brotes”.
Para Juan Cristóbal Torres, la instalación de este nuevo proceso respondió a la presión ejercida por el comercio sobre un gobierno que por su naturaleza tiende a poner el énfasis en los resultados económicos.
“Es precipitado, y entiendo que viene de la mano del contexto del Día de la mamá, de una reactivación económica, de una presión del comercio, por números que sí llegan a ser ciertos serían buenos. Pero dentro de esto, hay un gobierno deslegitimado en este proceso del Covid. (…) Es un gobierno que se contextualiza dentro de una ideología que tiene que ver con el mercado, no es que sea más bien humanista. Nada más están descendiendo el modelo, y en esa defensa, les preocupa la reactivación económica, cuestión que también es muy razonable y que cualquier gobierno debería estar preocupado”, aseguró.
Según el sociólogo, el gobierno ha dado señales contradictorias en el manejo de la pandemia que no dejan de ser discutibles en la comunidad y que generar confusión en la interpretación de los mensajes.
“Hay otro antecedente importante, porque el gobierno habla de normalidad, y después de otro concepto, que es el retorno seguro. Primero instala un concepto y cinco días después pone otro. Al parecer ha quedado en el tapete el de la nueva normalidad, pero eso también es contradictorio en cuanto a lo comunicacional. Es una cuestión que no deja de ser interesante y genera confusión”, dijo.
“Por qué el ministro Blumer cuestiona o pone en el tapete la discusión del tiempo del calendario electoral, siendo que por otra parte quieren abrir locales comerciales, por qué nos podríamos aglomerar para ir a consumir, pero no a lo mejor para hacer una fila para votar en octubre. Son señales contradictorias y dentro de esta “nueva normalidad”, sabemos que no hemos llegado al peak y nos están diciendo que salgamos”, agregó.
A juicio del especialista los ñublensinos no están preparados para asumir la “nueva normalidad”, dado que su comportamiento tiende ajustarse cuando existe la presión de una norma o autoridad.
“Nos caracterizamos por ser indisciplinados en ese sentido, por eso el control ha sido tan fuerte o al menos mediáticamente fuerte después que se levantó la cuarentena en Chillán. Si en las filas no tenemos a alguien que permanentemente esté fomentando la separación, las filas terminan siendo mucho menos que a un metro de distancia. Hay otro tema de cómo la gente va al trabajo y regresa su casa, inevitablemente tiene que hacerlo en el transporte público, donde necesariamente pueda haber un escenario propicio para nuevos contagios”, advierte.
En su análisis, el profesional evidencia una desconexión entre el intendente y los municipios en el manejo de la emergencia sanitaria.
“Al primer día que el intendente sale de su cuarentena y va a Pinto y el alcalde no lo sabe. Va una revisión de las segundas viviendas y el alcalde no lo sabe. He visto una proactividad distinta en las gobernaciones. En Itata he visto liderando con medidas, que al menos comunicacionalmente han sido bien evaluadas, en Punilla hay un gobernador más bien personalista”, señaló.
Texto: Susana Núñez / Antonieta Meleán
Foto: Mauricio Ulloa