Como suele suceder, la violencia intrafamiliar es casi imposible de medir en su tasa real. Por tratarse de un delito que generalmente ocurre intramuros y con víctimas que rara vez denuncian, conocer su real ocurrencia es algo inalcanzable. Sin embargo, lo poco que se puede apreciar con certeza, tiene en alerta a las autoridades locales, quienes ya piensan en un plan de acción para prevenirla.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Esto fue lo que se anticipó en la Municipalidad de Chillán, y a través de la encargada de la Oficina Municipal de Seguridad (Omse), abogada Pilar Gutiérrez, explicaron a LA DISCUSIÓN, que una de las solicitudes explícitas recibidas a fines del 2021 por parte del alcalde, Camilo Benavente, era comenzar a realizar distintas estrategias en conjunto con otras instancias del Gobierno Regional, la PDI y con Carabineros, para trabajar el oscuro fenómeno desde una globalidad, más que como una serie de delitos puntuales que estallan de manera espontánea en determinados momentos.
Todo esto redundaría en la creación de una función hasta hoy inexistente en la Omse, y que esté orientada a prevenir la VIF, más allá de las funciones asignadas al nuevo Centro de la Mujer.
“Lo que sucede, y así lo hemos conversado con la general María Teresa Araya (jefe de la XVI Zona de Carabineros Ñuble) es que la violencia intrafamiliar es el resultado de múltiples factores, que van desde lo situacional, lo económico, lo cultural pero también hay que entender que muchas veces la persona que agrede tuvo, a su vez, una infancia violenta, además se suele estar frente a personas que tienen cierto grado de dependencia a las drogas, entonces son muchas las variables que se deben considerar”, explica la encargada.
Conforme a los últimos estudios sobre seguridad pública en Chillán, se advierte que uno de los delitos más denunciados es, precisamente, el de violencia intrafamiliar.
En especial, el que afecta a las mujeres, quienes realizaron 1.057 denuncias en el último año medido. En este punto el 83,8% de las denunciantes corresponden a mujeres entre 30 y 49 años, seguido del grupo etario de mujeres entre 18 y 29 años.
Si bien las cifras de violencia intrafamiliar han disminuido en todo Chile, especialmente por las múltiples campañas preventivas y las instancias de ayuda y seguimiento que el Estado ha creado, la preocupación puntual que existe en la capital regional de Ñuble es porque en materia de estadísticas, “las cifras locales siguen estado por sobre la media nacional”, explicaron en la Omse.
Un trabajo de todos
Desde la dirección regional del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg), valoraron la iniciativa municipal y reconocieron que ya se había estado realizando trabajos en conjunto logrando concretar muchas de esas iniciativas.
Viviana Cáceres, directora de la entidad gubernamental destacó que “con la municipalidad de Chillán estamos realizando alianzas y trabajando por disminuir estas situaciones de violencia, no sólo desde la prevención, sino que apoyando con iniciativas como el Centro de la Mujer, para intervenir a las víctimas de la violencia”.
La directora plantea además, que más importante que contar con varios estamentos trabajando por esta causa, “lo mejor es que todo se vea como una sola unidad, porque eso nos ayuda a visualizar de mejor manera el fenómeno, y es ésa, precisamente, la importancia de que la municipalidad abra estas mesas de trabajo”.
Conforme a las estadísticas del Sernameg, durante la época de cuarentena, los llamados al fono 1455, de ayuda a las víctimas de Vif, llegó a un peak de 180 llamados mensuales.
Con gran parte de la libertad de movilidad restaurada, los llamados bajaron a un promedio de 60; sin embargo, conocido el factor de la “cifra negra” no necesariamente es sinónimo de avances.
Respecto a la violencia que afecta a la infancia, la abogada Pilar Gutiérrez, espera contactarse lo antes posible con la recientemente asumida directora de Mejor Niñez, Virginia Alvayay y planificar estrategias conjuntas.
La violencia contra los menores es un fenómeno incluso más invisible que el que afecta a la mujer.
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