Perú cerró este sábado por tiempo indefinido el ingreso a la ciudadela inca de Machu Picchu, al alegar motivos de seguridad ante las protestas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y que hasta el momento dejan 60 muertos.
“Se ha dispuesto el cierre a la red de caminos inca y a la llaqta (ciudadela) de Machu Picchu ante la coyuntura social y en salvaguarda de la integridad de los visitantes”, indicó el Ministerio de Cultura. La medida regirá “hasta nuevo aviso”.
El gobierno de Boluarte tomó esta decisión luego de que el servicio ferroviario desde la ciudad de Cusco hasta Machu Picchu se suspendiera por daños en la vía férrea, presuntamente provocados por manifestantes.
Al menos 400 turistas quedaron varados en Aguas Calientes/MachuPicchu, el pueblo al pie de la montaña de la urbe de piedra incaica que es una joya turística de Perú. En diciembre ocurrió lo mismo.
El ferrocarril es el único medio de transporte a la ciudadela, ya que no existe vía de tránsito de vehículos que la conecte con Cusco, ubicada a 110 kilómetros.
La muerte de un hombre en la región sureña de Puno elevó este viernes a 60 los fallecidos en las manifestaciones antigubernamentales que comenzaron en Perú en diciembre pasado, informaron fuentes sanitarias. La Dirección Regional de Salud (Direna) de Puno señaló que un hombre de 62 años falleció tras sufrir un shock hipovolémico mientras era conducido por una ambulancia hacia el hospital regional de Puno.