El eventual retorno obligatorio a las aulas a partir de julio, al que apuntó el ministro de Educación, Raúl Figueroa, luego de conocerse los negativos resultados del diagnóstico integral, que concluyeron que los estudiantes entre sexto básico y cuarto año medio no alcanzaron los aprendizajes necesarios, se ha tomado el debate en los últimos días, especialmente en las comunidades educativas, que en su mayoría, se ha manifestado reticentes a retomar las clases presenciales, en esos términos, por el Covid-19.
Mientras eso pasa, en 15 comunas de Ñuble, hasta el jueves 3 de junio, estaban con luz verde para desarrollar el aprendizaje en los recintos educativos o a distancia por estar en fase 2 o más.
En detalle, las clases presenciales se desarrollan en 121 recintos municipales y 66 subvencionados particulares de la región, mientras que 84 establecimientos del primer sistema y 12 del segundo figuraban sin clases en esa modalidad.
Desde la Seremi de Educación sostienen que en más de 300 unidades educativas, incluyendo el nivel parvulario, los estudiantes han regresado poco a poco y de manera voluntaria a las aulas, conforme a los aforos y planes de funcionamiento generados en virtud de las particularidades de cada establecimiento. Sin embargo, advierten que en algunas comunas aún existen municipios que no han abierto sus puertas.
“Vemos con especial preocupación a aquellos municipios que a pesar de estar en fase 2 e incluso en fase 3 y que de acuerdo con el Plan Paso a Paso ya tienen las condiciones sanitarias para reabrir sus puertas, aún no han puesto a disposición de los estudiantes sus establecimientos educacionales. El sistema educacional municipal posee un alto porcentaje de alumnos vulnerables y no queremos aumentar las brechas entre nuestros estudiantes por no tener la oportunidad de acudir a sus recintos educativos”, señaló el seremi Daniel San Martín.
Agregó que “hemos sido enfáticos en señalar que los establecimientos educacionales deben estar disponibles para que sean las familias y los padres y apoderados quienes decidan si sus estudiantes asisten o no, esto es un derecho de niños, niñas y jóvenes y los alcaldes deben velar por cumplirlo”.
Las escuelas con y sin clases presenciales en Ñuble, al 3 de junio:
Experiencia online y presencial
En el colegio Creación de Chillán, donde la matrícula alcanza los 606 alumnos, el 24% asistente a clases presenciales de carácter voluntario, siendo mayoritariamente los alumnos de enseñanza media quienes ocupan las salas.
En el contexto de pandemia, el establecimiento particular subvencionado ha desarrollado la enseñanza remota y presencial por separado y no de manera simultánea como la mayoría de los colegios lo hace, lo a juicio de la comunidad, les ha permitido conseguir resultados satisfactorios e incluso crecer en matrícula.
“Nuestra idea ha sido diferenciar a estos grupos de trabajo para poder dar un mejor servicio y poder atender de mejor manera. En los cursos de enseñanza media es más alta la asistencia de alumnos, por ejemplo; tenemos 16 a 18 alumnos que asisten por sala (clases presenciales). El aforo es de 20, se redujo a menos del 50%. La verdad es que con todo lo que ha pasado con esta pandemia, que se ha prolongado por tanto tiempo, ha sido bastante tímido el apoderado en un principio, ahora se han ido incorporando más alumnos”, indicó la directora (s) Ivonne Godoy.
Si bien sostiene que las clases en modo virtual no reemplazan a las presenciales, sobre todo en los niveles iniciales, la directora coincidió en que la tecnología llegó para quedarse, porque ha demostrado que se podrá complementar de manera eficiente en otras áreas que rodean el proceso educativo.
“En los aprendizajes sobre todo en niveles iniciales, es necesario tener la clase presencial del profesor y eso se ha ido recuperando ahora, pero se ha perdido mucho en eso y ha ido en desmedro de ellos. (…) Lo encuentro positivo en el caso de que un alumno se ausente por enfermedad, poder grabar la clase, sacar el material y trabajar desde la casa me parece que ganamos un punto importante. En reuniones de apoderados, evaluamos con la orientadora, y en eso hemos ganado asistencia. El hecho de compartir un link y que no necesariamente te tienes que conectar a un computador, la verdad es que ha mejorado notablemente la asistencia, y muchas veces acompaña la mamá y el papá, cosa que no se daba antes”, detalló.
Respecto a la eventual obligatoriedad de las clases presenciales para los próximos meses anunciado por Mineduc, la autoridad académica indicó que la decisión dependerá de las condiciones sanitarias.
“En este andar de la pandemia, uno observa que los apoderados están temerosos, el personal que trabaja también. Hay mucho protocolo para resguardar su salud, pero la verdad es que, si tú presionas, pienso que no es el camino. Creo que hay que brindar seguridad, son tus hijos y creo que no es la forma presionar como lo ha hecho el ministro. Creo que esto va ser gradual y paulatino, y va depender mucho como va avanzando la vacunación”, opinó.
Preocupación de los padres
El presidente del Centro de Padres y Apoderados del Colegio San Vicente, Alex Ferrada, reconoció que a pesar de que el establecimiento ha realizado todos los esfuerzos por mantener medidas anticovid, la situación epidemiológica actual aún no otorga la tranquilidad necesaria para enviar a los estudiantes a las clases presenciales.
“Una clase presencial es primordial para todos, sobre todo para los alumnos que tienen dificultad. Recordemos que en nuestro colegio y en otros hay programas que ayudan a niños que tienen déficit atencional y otras dificultades, y para ello ha sido más complejo. Ellos son quienes necesitan más estar en forma presencial, pero en la situación que nos encontramos con altos casos en todo Chile y sobre todo en Ñuble, las familias hemos elegido ante todo la salud. En mi colegio el 1% de las familias está enviando a los alumnos al colegio, de un total de 1.017 alumnos, porque como padres tenemos el temor a que nuestros hijos se pueden enfermar en el trayecto al colegio”, comentó.
Baja asistencia
Las más 30 escuelas y liceos municipales de Chillán están abiertas para sus alumnos, sin embargo, la presencialidad es baja, según aseguró Verónica Llanos, presidenta del Centro General de Padres de Escuelas y Liceos Municipales de Chillán, quien indicó que existe miedo por parte de los apoderados en que sus hijos estén expuestos a eventuales contagios por Covid-19.
“Todas las escuelas municipales están en este minuto abiertas, son los estudiantes los que no han retornado por decisión de los mismos padres y apoderados. En el liceo Narciso Tondreau de 600 alumnos retornó un 12%, y en escuelas hay muchas con 0% de asistencia. Ha sido muy bajo el retorno de los estudiantes”, dijo.
Consideran que se debe volver a las aulas cuando los estudiantes estén vacunados contra el Covid, para así aumentar el nivel de protección adicional a los protocolos y medidas de seguridad e higiene existentes.
“Cuando el Ministro dice retornemos todos, es muy difícil decirle eso a una familia que ha tenido o perdido a un familiar por Covid y que sabe cómo es todo el proceso del Covid, la base emocional está jugando un papel muy importante por parte de las familias, aquí no nos estamos jugando un resfriado, nos estamos jugando la vida con este contagio. Vemos las cifras de la región todos los días y hay muchos contagios y fallecidos”, añadió.
Recientemente en una reunión junto al jefe del Daem abordaron las dificultades que afectan la calidad de la enseñanza en estos tiempos de pandemia.
“Uno de los problemas es el tipo de conectividad porque a veces se cae en los establecimientos entonces no podían dar clases presencial ni al resto del curso en sus casas vía remota, entonces el sistema del internet no es el más adecuado en este minuto. Lo otro, muchos alumnos viven en el sector rural y no hay buses de acercamiento y eso también impide que los chicos retornen. Tenemos en los liceos a los niños que estaban internados y tampoco están funcionando los internados y por ser de sectores rurales lejanos no pueden viajar todos los días. El tema de calefacción también complica un poco porque al tener las estufas a pellet encendidas se cae la luz y no hay internet”, detalló la apoderada.
Déficit de conocimientos
Para el director del Centro de Liderazgo Educativo “+Comunidad” y académico de Facultad de Educación de la Universidad de Concepción, Jorge Ulloa, lo preocupante es que la pérdida de aprendizaje que se han evidenciado en pandemia, se arrastran desde mucho antes y la contingencia la vino a agudizar.
“Lo relevante es que, si tu miras los datos de 2019, ya esos datos antes de la pandemia eran críticos en términos de resultado de aprendizaje de los estudiantes. Entonces, desde mi punto de vista, estos resultados no son nada nuevo, con mayor razón en condiciones de pandemia, donde los profesores han tenido que aprender, donde los estudiantes y familias han aprendido a conectarse, donde la conectividad es un tema crítico en este país, nuevamente quedó evidenciada la brecha”, enfatizó.
Además, el profesor manifestó que no es adecuado comparar los resultados obtenidos de la evaluación diagnóstica del Mineduc con un año normal como se está haciendo en la actualidad.
“No son comparables. Desde el punto de vista técnico, si yo quisiera interpretar estos resultados, con qué los comparo, no los puedo comparar con el 2019 o 2017, no puedo, porque fueron medidos en contextos distintos. Entonces esta evaluación diagnóstica es única, cuando tengamos la próxima pandemia, vamos a poder comparar”, resaltó.
Para el docente es deseable que los alumnos puedan integrarse pronto a sus establecimientos. Sin embargo, dijo que se debe escuchar la voz de los expertos en materia sanitaria, considerando que han consignado que la situación sanitaria en el país es disímil en cada punto del país.
“Creo que se debe evaluar caso a caso, territorio a territorio. Es lo más aconsejable y no imponer la obligatoriedad, así como ley para todos. Hay que considerar que la decisión la podrán tomar las autoridades, sostenedores y los profesores, pero la última decisión la toma la familia”, expresó.
Bajo el escenario emergencia que cambió las condiciones de enseñanza y complicó el aprendizaje, Ulloa evaluó los niveles más afectados.
“Desde mi punto de vista la interacción social es clave en los primeros años de vida y de escolaridad. Los niños tienen necesidades fundamentales para la vida que son derecho para ellos, leer, escribir, razonamiento matemático, herramientas que le sirven para enfrentar la vida, pero también la interacción social, vivir en sociedad. En esos primeros años, especialistas están notando que niños está teniendo necesidades, producto de este prolongado tiempo de no tener interacciones con otros. Ahí hay una tarea prioritaria por hacer. Y en los demás, trabajar nivelación de aquello que creo que necesitamos desarrollar en estudiantes de alumnos de niveles superiores. Al recibir estudiantes de cuarto medio, las universidades deberían hacer actividades remediales”, sostuvo.
Grandes diferencias
El académico y Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción, Oscar Nail Kröyer, destacó que existe consenso en el sistema educacional municipal, subvencionado y particular sobre la importancia de las clases presenciales, sin embargo, existen diferencias en cuanto al retorno a las aulas debido a las condiciones laborales, físicas, psicológicas, sociales e infraestructura que ofrece cada sistema para la seguridad de los profesionales y alumnos.
“Lo que he visto es que el mundo municipal por lo general no está decidido o seguro de volver a clases, no solamente los profesores sino también las familias que no están enviando a sus niños a las escuelas, aun cuando las escuelas estén legalmente abiertas y disponibles para ir a la clase presencial, y eso refleja que las familias están con temor, creen que están más seguros en sus casas entonces toman sus resguardos y no envían a los niños”, explicó.
“En el mundo particular subvencionado ocurre que aquellas escuelas que están más organizadas y con más condiciones están abiertas, pero los alumnos no están asistiendo en su totalidad, y de alguna manera se da la relación que entre el colegio que tiene más condiciones, más infraestructura, más seguridad, más condiciones laborales, hay una presencialidad. Y en los particulares que siguen siendo un 6% o 7% de la población estudiantil chilena, tanto las familias como las escuelas tienen mayores niveles de seguridad y eso está asociado a una variable que también es súper importante, independiente de que la clase sea presencial, híbrida u online, y son las condiciones de acceso a la internet, la conectividad y los insumos computacionales, porque ahí se va a ver un mundo muy distinto en el mundo municipal que en el mundo particular subvencionado y particular privado”, agregó.
El docente recalcó que la realidad de la educación en Chile evidencia una alta segmentación y grandes diferencias entre cada uno de los sistemas, siendo problemas que venían presentándose antes de la pandemia, y que hoy día solo son más visibles y se han profundizado.
Nail Kröyer sostiene que uno de los principales problemas que dificultan las clases en los establecimientos con modalidad híbrida es la conectividad.
“El sistema híbrido en muchas escuelas particulares subvencionadas no ha funcionado porque los profesores están en simultáneo en sus salas con dos o tres alumnos que van presencial y 30 alumnos que están desde sus casas, entonces para eso se requiere un colegio con alta capacidad de internet. Si todos los profesores están haciendo clases simultáneamente en sus salas entonces el sistema también ha fallado con la tecnología, y hay que afinar esos aspectos que por supuesto tienen que ver con la calidad de los aprendizajes y eso lo dicen los estudios”, argumentó.
Texto: Susana Núñez/ Antonieta Meleán
