Permeabilidad de pasos en la frontera cordillerana ponen en jaque control de contrabando en Ñuble
Share This Article
Fueron unos mensajes de Whatsapp y de Telegram encontrados en el teléfono de uno de los líderes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), detenidos en septiembre de 2017 en el marco de la llamada “Operación Huracán”, los que motivaron una reunión entre representantes de los gobiernos de Michelle Bachelet y Mauricio Macri, a fin de trabajar un plan para reforzar las fronteras entre Chile y Argentina.
Los mensajes hallados por Carabineros correspondían a la coordinación de una entrega desde Argentina a la CAM, de “escopetas, 10 revólveres, 12 pistolas, unos 200 cartuchos de municiones, fusiles y otras armas”.
Sería, precisamente, resultado de esa reunión que se haría “oficialmente” público un dato casi nunca antes precisado respecto a las 156 fronteras que se definen legalmente entre ambos países: los pasos ilegales serían entre 800 y 850, aproximadamente, lo que hace virtualmente imposible establecer un control fiscalizador total en las fronteras cordilleranas.
De todas formas, al acuerdo binacional se llevó adelante y tanto las policías chilenas como las trasandinas comenzaron a reportar –casi como un efecto colateral- cada vez más incautaciones de artículos de contrabando intentando circular entre ambos territorios, muchos de ellos por aquellos pasos considerados como oficiales, ya que permiten el cruce de ciertos vehículos todoterreno, al menos en los meses de las estaciones menos lluviosas.
Es así que desde el año 2021 en adelante, los medios nacionales comenzaron a incluir en sus pautas habituales algunos operativos realizados principalmente en las regiones de Antofagasta (donde comienza en límite con Argentina), La Araucanía y en las zonas magallánicas, respecto a mercaderías como cigarrillos y ropa falsificada que se intentaba ingresar desde Río Grande.
Para el 2023 y 2024 ya se declaraba la existencia de organizaciones criminales completas, conformadas por chilenos y argentinos que se dedicaban a esta actividad altamente lucrativa, de escasa fiscalización y una muy baja penalidad (un máximo de 541 días de cárcel y multa correspondiente al valor aduanero de lo incautado).
Lo anterior dejando de lado el delito de abigeato, contrabando de animales o de drogas que se arrastran casi de tiempos inmemoriales.
Sin embargo, fue la publicación de un medio periodístico dando cuenta de la confabulación de estas bandas con personal policial fronterizo la que, la semana pasada, despejó muchas dudas respecto a la facilidad con que ingresan productos de contrabando al país. Y el destino de esos productos (algunos de ellos con encargo por robo) venían desde la provincia de Neuquén con destino a Ñuble.
Ojos que no ven
Fue el baleo a un perro pastor, propiedad de un vecino del sector Las Ovejas, en la provincia trasandina de Neuquén, lo que terminaría con una banda de contrabandistas detenida por la policía argentina, cuando se dirigían a Ñuble con un cargamento que incluía neumáticos, maquinaria electrónica, fardos de ropa falsificada y cientos de cajetillas de esos cigarrillos que hoy por hoy están en todas las calles del centro de Chillán, comercializados a la mala por “pañoleros” siempre prestos a arrancar por las galerías cuando aparecen los inspectores municipales o Carabineros.
El denunciante había alcanzado a memorizar ciertos datos claves del vehículo del autor de los disparos y los presentó en la unidad policial de Las Ovejas, quienes por orden de la autoridad judicial de ese país iniciaron una investigación que les permitió dar con la identidad y el nombre del sospechoso.
Al momento de allanar su vivienda, descubrieron cajas de cigarrillos embaladas y listas para llevar ilegalmente a Ñuble. Con este nuevo delito al descubierto, la orden subió de grado y las indagatorias incluyeron vigilancia nocturna secreta.
Fue así como los patrulleros asignados, gracias a información obtenida en el proceso se instalaron en la frontera la misma noche en que advirtieron que un dron sobrevolaba el paso iluminando desde el aire el camino a un vehículo 4 por 4 en el que viajaban un chileno y cuatro argentinos, uno de ellos, un policía que trabajaba en esa misma unidad.
Las reacciones del alcalde de San Fabián fueron instantáneas. Primero acusaba que “esto es algo que nosotros como municipalidad venimos advirtiendo desde muchos años y en especial en las Mesas de Seguridad Regional de las que participamos. Les hemos hecho saber a nuestras autoridades regionales que es necesario reforzar ese paso, porque si bien existen tres avanzadas en el sector, no basta con la poca fiscalización que se hace. Esto es un pasadizo y lo peor de todo es que ahora los están utilizando bandas organizadas con todo lo que sabemos que eso implica”.
Y en segundo término pedía al Gobierno Regional acelerar el proyecto que busca la creación del paso fronterizo Minas-Ñuble, anunciado en 2021 por las autoridades de nuestra región y de la provincia de Neuquén en Argentina, uniendo a San Fabián con Las Ovejas.
“Eso significaría contar con presencia de Carabineros, de la PDI, del personal de Aduanas y del SAG, que son las entidades llamadas a fiscalizar y controlar el paso entre ambos países”, apuntó Almuna.
Las aspiraciones –claro está- no es acabar de esa manera con el contrabando. “Eso sería casi imposible por la gran cantidad de pasos que existen en la frontera de Ñuble, pero al menos, es en ese paso donde se genera el mayor tráfico de personas porque es el único que admite el paso de vehículos”, añade.
Sin perder de vista que el objetivo final de esto es proteger las garantías de salud y de los tratados comerciales adquiridos por Chile, es entonces que se llega al centro de Chillán en las que incluso se ven locales establecidos vendiendo ropa falsificada, infringiendo con desparpajo y a vista y paciencia de toda la ciudad, la ley de propiedad industrial.
“Cuando nos preguntamos de dónde vienen esas prendas de vestir, esas zapatillas o esos cigarrillos, la respuesta es muy clara: de nuestras fronteras. Lamentablemente, y tal como pasa con otros delitos, las penas son tan bajas que no preocupan mayormente a los contrabandistas”, observó el presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, Alejandro Lama.
Esa poca fiscalización redunda en muy escasos procedimientos. Por lo tanto, no hay mayor conciencia, fuera de comunas como San Fabián, de lo que sucede en la frontera, y por eso a las autoridades no pareciera importarles demasiado el tema. Ojos que no ven, corazones que no votan.
Pero los baqueanos, los pastores y la gente de montaña que ha cruzado de un lado para otro a pie, a caballo e incluso esquiando, lo saben muy bien.
Del trueque al contrabando
Este 2024, Ramón Valenzuela integrante del comité de Pasos Fronterizos de la comuna de San Fabián, cumple 50 años de la primera vez que, junto a su abuelo, cruzó a lomo de caballo hacia Argentina.
La misión era sumarse al grupo binacional que se juntaba en Las Ovejas a comerciar, vender o permutar productos.
“En ese tiempo solo había una huella, no un camino como ahora. Claro. Y en esos tiempos no estaba la prohibición de traer caballos de allá para acá ni de acá para allá, hasta que en 1977, en julio, se cortó ese paso por los problemas con Argentina. Y ahí empezó a crecer el contrabando y se empezaron a usar más los otros pasos”, relata.
Con las restricciones del SAG, por ejemplo, al paso de alimentos para ganado y las tasas impositivas instauradas, “las huellas se empezaron a usar más y como ya había gente que las sabía pasar sin problemas, gente que conocía muy bien la montaña. Entonces con los años, ya se empezó a traer drogas y eso ya es más grave”, sostuvo.
Los baqueanos parten sabiendo que deben recorrer seis horas a lomo de caballo o a pie, hasta el primer asentamiento argentino. Llevan frutos secos y agua “y los más antiguos llevaban algo de alcohol para calentar el cuerpo. Cuando yo era niño, me llevaba unos diez kilos de cuero de conejo al hombro, pero con la lluvia o la nieve el peso se hace mayor. Los adultos se llevaban hasta 20 kilos al hombro por esas seis horas”, explica.
Por lo tanto, “es totalmente posible pasar por esas huellas un cargamento entero de cajas de cigarros o drogas, porque incluso es común el paso de cargamentos de neumáticos y los pasan a lomo de caballo. Para ello no es problema”.
Hoy, en plena era de las selfies y las redes sociales, es cada vez más común ver imágenes del paso a Las Ovejas en las plataformas de Internet.“Lamentablemente, las autoridades le dieron auge a un camino internacional y la gente llega a sacarse fotos, llegan en autos todo el tiempo y cada día es más la gente que cruza la frontera en ambos sentidos, porque en tres horas estás al otro lado, ahora. Y de presencia policial, nada. Ellos llegan hasta sus avanzadas o a los retenes, pero de ahí no suben”, advierte.
Caballos a la muerte
Con molestia y algo de remordimiento, el director regional del Servicio Agrìcola Ganadero (SAG) Ñuble, Osvaldo Alcayaga, dijo a La Discusión que “con el dolor de mi alma, esta semana tuve que firmar la orden para que mataran seis caballos”.
No tenía otra opción. La ley establece que cuando las autoridades sorprenden a una persona trasladando ganado sin permisos ni hoja de ruta legal entre ambos países, se debe proceder a la incautación de los animales y, posteriormente, sacrificarlos para evitar cualquier contagio de carácter patológico con el ganado local.
El contrabando animal ha existido desde siempre y es sin dudas, una de las actividades más complejas de fiscalizar, debido a que es posible cruzar por cualquier huella con ellos en el más completo anonimato y clandestinidad.
Es, sin embargo, un delito estacionario y que se da mayormente en los veranos, cuando los ríos presentan un bajo caudal y los animales pueden atravesar sus Sauces.
“Estas veranadas ahora deberían estar en la última fase, y nosotros, como SAG, también tenemos operativos con personal que está ahí arriba sacando muestras y controlando el no paso de ganado hacia aquí. Existe un control y un registro de todos los agricultores, que hay de diferentes comunas de la región, por lo que sabemos quiénes llevan su ganado a las veranadas. Y conforme a este registro, tenemos aproximadamente cinco mil y algo de animales que fueron registrados”, detalla.
El SAG suele encontrar ganado de contrabando (cuando no producto de abigeato) en la feria CAR de Bulnes, en la feria, y si no hay registro de su procedencia, también se les debe sacrificar.
Este mes ya se han sacrificado ocho ejemplares, “pero aclaro que este tipo de situaciones son realmente esporádicas”, comenta el director Alcayaga.
El proceso de sacrificio no termina con la muerte del animal. “Tuvimos que enterrarlos y para eso se contrató una máquina retroexcavadora la que se llevó por 45 kilómetros hacia arriba. Son valores bastante altos”, añade.
Operativos de Carabineros Ñuble
Siempre en temas de contrabando animal, desde la XVI Zona de Carabineros Ñuble explicaron que hasta el pasado viernes 19 de abril se registraron tres procedimientos de relevancia este año.
El primero de ellos se detectó a inicios de marzo cuando el personal policial de patrullaje en San Fabián controló un vehículo en la zona cordillerana y sorprendió a dos sujetos ocultando entre la carga de fardos, más de 1.100 ampollas inyectables de un medicamento para equinos de competencia, los cuales tenían como destino la comuna de Ñiquén. En la inspección se estableció que el medicamento era de procedencia argentina.
El segundo caso se registró a inicio del mes de abril, cuando en diligencias de investigación, Carabineros de la Patrulla Táctica de Investigación Rural estableció el ocultamiento de dos caballares en un fundo ubicado en sector Santa Lucía Alto, en la comuna de Yungay, los que habrían sido introducidos, por un paso no habilitado.
En dicho procedimiento resultó detenido la persona que los mantenía ocultos tras la internación ilegal. Los animales fueron entregados al SAG según indica el protocolo, para ser sacrificados, debido al desconocimiento de su procedencia y falta de documentación.
El tercer caso se registró la semana recién pasada en la Feria CAR de Bulnes, cuando el equipo policial táctico detectó la presencia de seis caballares, que estaban siendo comercializados sin documentación ni registro chileno. En las diligencias, Carabineros estableció que los animales habrían sido ingresados desde el territorio argentino por un paso no habilitado en la comuna de San Fabián.
Estos ejemplares también fueron entregados al SAG para cumplir el protocolo sanitario correspondiente.
Carabineros advirtió que en Argentina -por ejemplo- hay casos de encefalomielitis equina, y el paso ilegal caballares al país podría generar rápidamente un foco.