Señor Director:
A mediados de junio, el Instituto Nacional de Estadística entregó los resultados de la VII Encuesta de Microemprendimiento en la que figura que durante la pandemia más de 410 mil personas iniciaron su propia actividad, aunque la mayoría lo hizo por “necesidad” y no por encontrar en este contexto una “oportunidad”.
Muchas veces la reinvención es la respuesta a una circunstancia azarosa, pero formalizar un negocio y desarrollarlo, no es nunca producto de la casualidad. Esta decisión requiere de una planificación dónde la tecnología es protagonista. Con ella, los emprendimientos mejoran la ejecución de sus procesos, mantienen la gestión dentro de un ambiente seguro y siguen ofreciendo bienes o servicios de forma eficiente.
Sin embargo, para dar el salto no basta con usar la tecnología disponible. Es necesario que pymes y mipymes visualicen lo que necesitan hacer y dónde invertir para iniciar una transformación para consolidarse o crecer. El desafío será incorporar soluciones acordes al presupuesto para atender en menor tiempo y de forma rentable a los clientes, o conseguir el financiamiento para iniciar una expansión.
En cualquier caso, la recomendación es definir procesos y mecanismos de gestión adecuados al negocio y sus clientes para adoptar la mejor tecnología según su etapa de desarrollo. Luego, pensar en cómo se pueden cuidar mejor la información sensible de clientes, productos y gestión, destinando parte de su inversión tecnológica a las soluciones que eviten fraudes, robos o secuestros de datos.
Pensar de forma digital hoy es más que una necesidad, es la oportunidad de pequeñas y medianas empresas de desarrollarse, crecer y escalar.
David Iacobucci
Director comercial Cirion Technologies en Chile