Señor Director:
Desde hace mucho tiempo que en nuestro país se está generando un grave problema de salud pública, con consecuencias dignas de alerta sanitaria, y que va de la mano de la mala indicación de fármacos para bajar de peso y quitar el apetito.
Actualmente existen fármacos para la pérdida de peso, los que o están prohibidos o tienen efectos adversos e, incluso, pueden llegar a ser mortales. Por otro lado, hay drogas que disminuyen la capacidad de absorber nutrientes y que generan una disminución de la absorción de grasas en el tubo digestivo. Esto puede llevar a una desnutrición, con déficit de ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles.
Lamentablemente, existen muchos profesionales que los están recetando de manera irresponsable, sin hacerse cargo de los efectos adversos, lo que no sólo es una irresponsabilidad, sino que va en perjuicio de quienes buscan bajar de peso de forma equivocada, derivando en trastornos de la conducta alimentaria y arriesgando su salud.
No sentir apetito artificialmente o disminuir lo que uno absorbe son formas dañinas de relacionarse con la alimentación si es que no es indicado de manera correcta y vigilada.
En un país con graves problemas metabólicos hay que irse a la raíz del problema: es la educación nutricional, la actividad física y una buena relación con el alimento lo que nos va a llevar a tener generaciones sanas.
Oscar Barrera Marengo
Médico nutriólogo y chef profesional