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Fueron 80 millones de pesos los que consiguió en 2017 la Municipalidad de Chillán para comprar un dron, cinco nuevas patrullas vecinales y un sonómetro, destinados a mejorar los estándares de seguridad en la capital regional.
Además, para diciembre del año pasado debían estar disponibles 50 mil descargas gratuitas de la primera aplicación municipal para teléfonos inteligentes, el “Botón de seguridad”, para que los vecinos puedan alertar a estas patrullas sobre incivilidades, situaciones de riesgo vial o, derechamente, delitos, todo en forma anónima.
Pese a que desde algunos sectores a nivel de Intendencia y de la propia Municipalidad han planteado (en off the record) dudas respecto a su funcionamiento, asegurando incluso que lisa y llanamente “no se están utilizando”, el encargado de la Oficina Municipal de Seguridad (OMSE), Erick Solo de Zaldívar, estadísticas en mano, refuta los dichos.
“Desde el 1 de enero, a la fecha, las patrullas vecinales han recogido un total de 248 denuncias. Algunas de ellas han sido derivada a las policías. Y en cuanto al dron, tiene un itinerario cercano a los 10 sobrevuelos semanales, principalmente cuando se le solicita en apoyo a procedimientos realizados por otras reparticiones de Gobierno o de Carabineros”, dice el encargado, siempre recordando que “se trata de un trabajo preventivo y de apoyo a los entes fiscalizadores”.
De esto da crédito el encargado regional de Seguridad Pública, Alan Ibáñez, quien aseveró a LA DISCUSIÓN que “si bien, en lo personal, no he asistido a ver el trabajo del dron, admito que en diversas oportunidades me han invitado a hacerlo, pero he tenido que desistir por un asunto de agenda”.
Desde la Unión Comunal de Juntas de Vecino, la presidenta de la instancia y miembro de la Mesa de Seguridad Pública, Cecilia Henríquez, confirmó el retorno de las juntas de vecinos respecto a los patrullajes municipales.
“Por lo que me han manifestado los vecinos, en efecto, se han visto los patrullajes en los distintos cuadrantes y cumpliendo con su función principal que es establecer canales de comunicación con el municipio”, precisó.
Sin embargo, planteó que “el problema es que las personas aún no internalizan bien que pueden hacer denuncias a través de estas patrullas, porque todavía llaman a Carabineros para cualquier situación, ya sea por delitos o incivilidades. Creo que eso es algo en lo que todavía falta por trabajar”.
Las principales quejas
Barrios como La Defensa, Santa Rosa, la Población Vicente Pérez Rosales y, últimamente, el sector Parque Lantaño, concentran la mayor cantidad de denuncias recogidas por las patrullas vecinales.
“En su mayoría apuntan a incivilidades, más que a delitos”, advierte Solo de Zaldívar.
“Hay mucho por personas ingiriendo alcohol en la vía pública, ruidos molestos, microbasurales asociados a escombros en la vía pública. Con el sonómetro estamos fiscalizando camino a Pinto por las discotecas que se concentran en el sector”, detalla.
Lo anterior derivó en la creación de diversas mesas de trabajo con las respectivas juntas de vecinos, de manera de canalizar mejor las denuncias y “además estamos coordinándonos cada vez mejor con Carabineros”, complementó.
En cuanto al dron, se ha utilizado en apoyo a las fiscalizaciones al comercio ambulante ilegal y “en algunos operativos realizados por Carabineros en barrios conflictivos por presencia de drogas”.
El “botón de seguridad”
Respecto a la “app” para denunciar, que permitirá a los usuarios enviar la ubicación y fotografías de los problemas detectados, “se espera que esté lista para este mes”, adelanta el jefe de la OMSE.
Según el municipio, la dilación del lanzamiento obedece a establecer un mecanismo que les permita conducir cada denuncia a los departamentos respectivos, como seguridad ciudadana, aseo y ornato o a las policías