La línea férrea en su paso por Chillán constituye un límite que divide la ciudad en dos, con lo que las escasas vías de comunicación entre el oriente y el poniente, como ocurre en el sector de Parque Lantaño, se congestionan con facilidad en un contexto de fuerte crecimiento urbano hacia el poniente.
Este tema, que impacta directamente en la calidad de vida de más de 30 mil personas, ha cobrado actualidad tras el anuncio de la empresa de ferrocarriles de triplicar el servicio de trenes Chillán-Santiago, que reavivó en los vecinos de Parque Lantaño la preocupación por la deficiente infraestructura que los expone a accidentes y a prolongados que se agudizarán con el fortalecimiento del servicio ferroviario. Hasta cinco minutos puede llegar a durar un corte de tránsito, cada vez que un tren pasa por el sector.
Como muchas otras obras relevantes, sobre este proyecto hay una enorme mora, de 15 años, si consideramos la primera vez que fue anunciada a la comunidad por parte de las autoridades de la época. La buena noticia es que por fin despertó de ese letargo, ya que el Ministerio del Desarrollo Social le otorgó la Recomendación Favorable (RS) al diseño presentado por la Seremi de Vivienda y Urbanismo para la construcción de un paso bajo nivel.
Esta obra debería haber sido construida en 2007, cuando fue modernizada la Avenida Martín Ruiz de Gamboa, sin embargo, la falta de un sistema de evacuación de aguas lluvias lo impidió. Pero aquel escenario cambió, pues ya no existe riesgo de eventuales inundaciones, gracias al Plan Maestro de Aguas Lluvias ejecutado los últimos 5 años en Chillán.
El proyecto considera una inversión de $20 mil millones y se extenderá desde la intersección misma de Brasil con Ecuador hasta la calle Ejército de Chile (que vincula con Parque Lantaño), por lo que además ocuparía parte de los jardines del complejo de departamentos DS19 entregados hace unos años por el propio ministerio de Vivienda. El diseño también contempla la creación de senderos peatonales con áreas verdes y zonas de descanso, además de ciclovías.
Desde el punto de vista técnico, este proyecto tiene un itinerario claro y definido, pero es bien sabido que para que iniciativas de esta envergadura sean priorizadas también se requiere voluntad política, lo que demanda una actuación proactiva de autoridades de Gobierno y parlamentarios, con el objetivo de obtener un trato preferente para ella. Se trata, a fin de cuentas, de una de las mayores moras de la ciudad y un síntoma de nuestra mayor enfermedad: la conectividad.
Por último y considerando que un paso bajo nivel mejorará los flujos de tránsito oriente-poniente, pero que desde la perspectiva de largo plazo no soluciona el tema de fondo, se requiere también pensar en intervenciones mayores, como el soterramiento de la línea férrea en todo su paso por la ciudad o en habilitar nuevos cruces ferroviarios, modernos y seguros, en diferentes puntos estratégicos de la capital de Ñuble.
