Cincuenta integrantes electos por la ciudadanía, que formarán el Consejo Constitucional, y un comité de 24 expertos elegidos en partes iguales por cada rama del Congreso Nacional; son parte de la propuesta Constitucional firmada por un número importante de fuerzas políticas luego de casi tres meses de diálogos constituyentes.
El acuerdo, si bien no convenció del todo a los representantes locales de los partidos, sí fue valorado
Yesenia Figueroa, presidenta regional del PPD, sostuvo que “este acuerdo, el mejor posible según la actual correlación de fuerzas y la opinión ciudadana, es una buena noticia, y nos pone en camino de tener una nueva Constitución, el principal objetivo político que nos hemos trazado. Quienes tuvieron en sus manos hacer una Constitución moderna, que consagrara un Estado Social de derecho, y fracasaron estrepitosamente, debieran tener más aplomo a la hora de las críticas, las cuales coinciden con las de Republicanos y el PDG. Lamentaríamos que sin escribir nada aún, se cayera en el juego de boicotear una propuesta que permitiría cambiar la Constitución de 1980. Nos jugaremos por la elección de los nuevos constituyentes y porque quienes sean designados expertos cumplan con lo que exige el acuerdo por Chile”.
Rodrigo Polanco, presidente regional de RD, reconoció que “sin duda, este no es el acuerdo que hubiéramos querido, pero al mismo tiempo, vemos cómo la oportunidad de un cambio Constitucional se va cerrando. Las urgencias han cambiado, y temas como la delincuencia y el alza en el costo de la vida se han tomado la agenda, sin embargo, no podemos olvidar el origen de estos conflictos, que se agravan con la actual Constitución, que nos mantiene con las manos atadas y no nos permite lograr los cambios estructurales”.
La presidenta regional del PS, Brígida Hormazábal, resaltó que su partido “ha estado siempre por una nueva Constitución con participación ciudadana en un 100%, y se ha sometido al diálogo con los demás partidos políticos y algunos movimientos sociales, haciendo los aportes correspondientes, teniendo la claridad que para llegar a un consenso, se debe ceder para alcanzar el objetivo superior, que es la de lograr una Constitución que sea representativa de todos los chilenos (as), con una responsabilidad del Estado de proteger y garantizar derechos y libertades fundamentales y de igualdad ante la ley, dejando de ser una Constitución subsidiaria, además del compromiso al cuidado y conservación de la naturaleza y biodiversidad, lo que está contemplado entre los 12 puntos establecidos. Chile necesita en el más corto plazo que esto se concrete , por las urgencias sociales, económicas, seguridad pública, salud, educación etc.”.
Quenne Aitken, concejala de Chillán del PC, considera que el acuerdo firmado el lunes “es el costo de la derrota del 4/S. Que la derecha y un grupo que ni siquiera está conformado como partido político -Amarillos- se impongan en sus posiciones y debamos retroceder en el debate. Recordemos que lo que se rechazó no fue el proceso en su totalidad, sino un texto. Hoy tenemos un nuevo acuerdo en el cual se generan varias trabas, como los 12 puntos intransables, que impiden modificaciones al Senado, a la Cámara de Diputados o una reforma a Carabineros. Sí valoramos poder llegar a acuerdos y viene ahora la parte primordial, que es la educación, la información y el empoderamiento de la ciudadanía, que partirá con elegir a quiénes escribirán el texto. También hay dudas sobre cómo se definirán los expertos, pero esperamos avanzar de manera informada”.
Josefa Balmaceda, presidenta regional de Convergencia Social, resaltó la continuidad del proceso Constitucional, “que se vio seriamente amenazado por algunos sectores políticos. Pese a que no era el escenario ideal, el cual impulsamos, el cual contemplaba una elección popular completa; destacamos que se mantenga vigente construir un nuevo acuerdo social, en el que puedan participar e informarse todos los sectores de la ciudadanía y que se sienten las bases para un Chile más justo, igualitario, libre y solidario, lo cual no ha sido posible lograr mediante meras reformas”, argumentó.
Lazos hacia el centro
La diputada de la UDI, Marta Bravo, manifestó que “este nuevo proceso, con bordes Constitucionales al que distintos sectores han llegado, con la participación de expertos que elaborarán un anteproyecto; evitará los errores que cometió la Convención Constitucional. Sin embargo, no debemos olvidarnos de las urgencias del país en temas como seguridad, pensiones y salud”, aseveró.
Camila López, presidenta regional de RN, destacó que su partido “cumplió con su promesa de contar con una nueva y buena Constitución. Creo que el proceso se hizo de manera responsable y democrática, y se asegura que esté lejos de los ánimos refundacionales”.
Alejandro Mellado, presidente regional de Evópoli, destacó que el acuerdo tiene varios méritos.
“Establece filtros para evitar los descalabros y maximalismos de la Convención; se establece un comité de admisibilidad, a propuesta del Congreso; establece un comité de expertos que elaborarán un texto con quórum supramayoritarios y el órgano electo le otorga primacía a las regiones y sera paritario. Los cupos supramayoritarios de los pueblos originarios, además, dependerán de su votación. Fue una oportunidad valiosa de tender lazos hacia el centro”, manifestó.
Reinaldo Figueroa, coordinador regional de Amarillos por Chile, dijo sentirse satisfecho de que su colectividad haya colaborado con este acuerdo, sin ser partido aún.
“Sin ser óptimo, ayuda a minimizar los graves errores de la conformación de la fracasada Convención. Fuimos la primera fuerza política en señalar que una nueva y buena Constitución pasaba por la participación del congreso, ya que éste es el organismo democrático que cuenta con las prerrogativas. La composición mixta habla de una sana capacidad de articular por el bien de Chile”, afirmó.
En tanto, la diputada independiente Sara Concha criticó y rechazó “rotundamente” el Acuerdo Constitucional, indicando que “es impresentable un acuerdo que no considera plebiscito de entrada, no queda claro si querían mejorar el proceso anterior o imponer a la ciudadanía una nueva Constitución. La participación ciudadana es todo o nada. Y que la pantalla que pusieron de expertos queda en nada, ya que todo su trabajo será sólo una propuesta, no vinculante, y todo el poder recae en los constituyentes, igual que antes”