Participación electoral de 89,88% en Ñuble fue la tercera más alta del país

Más de 406 mil personas concurrieron a votar este domingo en la región de Ñuble, lo que representa una participación electoral del 89,88%, una de las más altas del país, que promedió una tasa de 85,34%, en unos comicios marcados por el voto obligatorio y la irrupción de nuevos votantes.
Si bien la obligatoriedad es mencionada como el factor determinante de la alta participación registrada en la jornada, los analistas también destacan que la elección presidencial fue muy competitiva en términos de ofrecer un amplio abanico de opciones a los electores, incluso para expresar el voto contra la clase política tradicional.
Por otro lado, las facilidades de transporte público dispuestas para este domingo y la georreferenciación de los locales de votación respecto de los domicilios de los electores también habrían contribuido.
Se mantiene alta participación
Según informó el Servicio Electoral (Servel), en Ñuble votaron 406.129 personas, lo que equivale a un 89,88% del padrón de 451.851 electores habilitados para sufragar.
Este guarismo es levemente superior al 89,21% de las elecciones municipales y regionales de octubre de 2024 y al 89,01% registrado en la región en el Plebiscito constitucional de 2023, y también aparece por encima del 89,02% que anotó Ñuble en el Plebiscito constitucional de 2022. El denominador común de todos estos procesos ha sido el voto obligatorio.
De esta forma, la región se ubicó nuevamente muy por encima del promedio nacional de 85,34%. De acuerdo con los datos oficiales al cierre de esta edición, en el país votaron 13.466.346, de un padrón de 15.779.102 electores.
A nivel nacional, la tasa de participación electoral mostró un incremento respecto del 84,69% de los comicios de octubre de 2024.
Las regiones con las mayores tasas de participación fueron O’Higgins, con un 91,35%; Maule, con un 90,70%; y Ñuble, con 89,88%. En el otro extremo, las que registraron la menor participación fueron Aysén (73,13%) y Magallanes (76,45%).
A nivel comunal, en la región de Ñuble, diez comunas superaron el 90% de participación, encabezadas por Chillán Viejo, con un 92,75%; Coihueco, con un 92,21%; y San Nicolás (92,15%). También destacaron San Ignacio (91,26%) y Coelemu (91,08%).
Por otro lado, las comunas de Ñuble con las menores tasas de participación electoral fueron: Ninhue, con 87,55%; y Portezuelo, con 88,18%. En Chillán, en tanto, la participación alcanzó un 88,94%.
Campaña competitiva
En opinión de analistas locales, el voto obligatorio es el principal factor de la alta participación, asociado a un hábito adquirido en los últimos procesos eleccionarios, repitiéndose una tasa en torno al 89%-90% que debiera mantenerse o aumentar en la segunda vuelta presidencial.
El analista y asesor político local, Álvaro Acuña, quien es académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío, afirmó que la tasa de participación se ubica en la zona alta de las expectativas.
“A pesar de que la elección esta vez era obligatoria -igual que la última vez-, se esperaba que estos jóvenes que iban a votar por primera vez, que tenían resistencia a votar, iban a buscar la forma de excusarse o simplemente no participar, pero participaron, lo vimos en Ñuble, con largas filas como antaño, había muchas filas largas que anticipaban una alta participación”, manifestó.
Indicó que “un punto importante tiene relación con la georreferenciación, dado que hoy tú te encuentras votando con tus vecinos (…) Todavía somos un país desarrollado en el sentido de la democracia, que da pie a que uno pueda ir a votar tranquilo, y eso no se ve en toda Latinoamérica”.
Por otro lado, Acuña planteó que la alta participación “también tiene que ver con que las campañas estuvieron muy marcadas por lo emocional, con decir lo que la gente quiere escuchar y lo que le importa hoy día. Estamos en un país que sigue siendo muy individualista, pero, además, la elección de hoy tiene que ver con la indiferencia, o sea, a mí me importa lo que me hace bien a mí y si le hace mal a otro, me da lo mismo. Entonces, siento que la gente de distintas edades está en esa, decidiendo en virtud de qué candidato me ofrece lo que me haga bien a mí, sin importar que le puede hacer mal al migrante, al adulto mayor o al pobre”.
En ese sentido, reconoció que “estas elecciones fueron muy competitivas”, de hecho, apuntó que hubo candidatos, como Franco Parisi, quienes, a través del desmarque de la política en general, lograron conquistar el voto de los apáticos.
“Yo creo que estas elecciones fueron más competitivas en ese aspecto, porque estaban mostrando cosas distintas: tenía dos candidatas tradicionales, como Jara y Matthei, pero que sacaron resultados bajos para lo que se podría esperar entendiendo que Jara tenía al gobierno completo a su favor y Matthei a toda una coalición que se suponía que alienaba a toda la derecha. Entonces, eso se volcó a candidaturas que estaban en contra del sistema político, o sea, tanto Kast, Kaiser y Parisi son candidaturas en contra del sistema político que venía llevando Chile desde la vuelta de la democracia, que era Chile Vamos y la Concertación”, analizó.
Acuña remarcó que “yo sigo viendo apatía hacia la política, pero hacia la tradicional, de los 90 y 2000, son una mirada de la política nueva y distinta, no digo que sea la mejor o porque es nueva sea una evolución, sino que va en contra de la tradición política del país. Entonces, en ese contexto, sigue habiendo apatía política, solamente que ahora, en vez de quedarse en la casa sin hacer nada y como está la obligación de ir votar, vas y votas”.
Consultado por sus expectativas de participación para la segunda vuelta, el académico aseveró que “espero una alta participación para poder abrochar la manifestación, porque esto es una manifestación de la sociedad respecto a lo que se busca (…) Yo creo que la que la segunda vuelta va a ser de alta participación para abrochar el triunfo del cambio respecto a la política tradicional”.
Tradición de Ñuble
La experta en marketing político, Paulina Pinchart, opinó que “históricamente, la zona de Ñuble es una zona que es de derecha. Y, en general, el elector que se ubica más bien, dentro del fragmento izquierda-derecha, hacia la derecha, es mucho más disciplinado respecto de los actos democráticos. Y por lo tanto, tiene una tendencia mayor a cumplir con todos sus actos democráticos, a diferencia de un elector mucho más de izquierda, un elector menos tradicional, que es un poco más antisistema. Entonces, el que siempre Ñuble tenga una participación electoral superior al promedio del país corresponde a su tendencia”.
Respecto a las características de esta elección en particular, la especialista apuntó a lo que la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann denominó “el carro ganador”. Explicó que durante la campaña, “si uno veía en la opinión que encontraba en general en redes sociales, en medios de comunicación, etcétera, había una apuesta de Kast y Jara, no de Parisi, porque estaba subrepresentado en las encuestas; entonces, si yo pienso que en Ñuble hay más bien un electorado con tendencia a la derecha históricamente, si los candidatos de ese sector están dándose como ganadores a través de las encuestas, a través de los medios, yo, como elector de derecha, me quiero subir con mayor razón a ese carro ganador. La gente no quiere perder su voto”.
También reconoció el efecto que produce una oferta amplia de candidatos y propuestas en la participación en la primera vuelta presidencial. “Eso ha ido cambiando por la cantidad de candidatos que se ofrecen en la primera vuelta. Entonces, eso hace que yo también, aunque mi candidato tenga poquito, quiera estar ahí representado; porque hay una oferta mayor, aunque a veces pueda que ni siquiera vea las diferencias que hay entre una y otra”, comentó.
Según Pinchart, en la segunda vuelta la participación electoral debería aumentar respecto a este domingo. “Si los dos comandos hacen bien las cosas, debería aumentar, y sobre todo debería aumentar en la gente que va a votar por Kast, dado que hasta ahora se ve que le fue muy bien en senadores, entonces, van a seguir arriba del carro ganador de aquí al 14 de diciembre. Y eso es una espiral positiva que te lleva a un círculo positivo. ‘Yo no puedo perder mi voto, yo tengo que estar, yo tengo que asegurarme que ganemos”, aseguró.