Señor Director:
La Participación Ciudadana fortalece simultáneamente la democracia, la vida comunitaria y la administración del Estado. Desde la evidencia acumulada en gestión pública, cuando las personas participan de manera informada y con capacidad de incidencia, aumenta la legitimidad de las decisiones, se fortalece el tejido social y mejora la calidad de las políticas públicas.
En regiones como Ñuble, donde conviven brechas territoriales y una fuerte identidad comunitaria, la participación no solo mejora las decisiones, sino que también previene conflictos, optimiza el uso de los recursos públicos y construye confianza entre ciudadanía e instituciones. Un Estado que escucha, dialoga e incorpora la voz de sus comunidades es un Estado más eficiente, más justo y más cercano.
Fortalecer hoy la Participación Ciudadana no es un gesto simbólico: es una inversión directa en democracia, cohesión social y buena administración pública.
Gabriel Molina Garrido
Diplomado en Participación Ciudadana / UACH
