Señor Director:
Es difícil calificar quienes son los “buenos” o “malos” en el conflicto Israel-Palestina, conflicto de larga data que lamentablemente ha cobrado vidas de personas inocentes de ambos lados, pero una cosa es certera y es que cuando se transgrede la dignidad de la persona humana en situaciones de esta naturaleza dichos actos deben ser condenados transversalmente, es por ello que al día de hoy es inconcebible que existan personas hasta en nuestro propio país han levantado banderas de apoyo por el último ataque perpetuado por Hamás en contra de Israel, justificando lo injustificable, apoyando al grupo Hamás que ha sido reconocido internacionalmente como terrorista, pero sucede algo extraño y es que cuando sucede la misma escena pero en el bando palestino, estas personas lo condenan sin mayores resquemores sucediendo una curiosa paradoja debido que al parecer para estos la moral tiene criterios “estéticos-raciales”, se condena cuando se afecta la dignidad de personas de una determinada nacionalidad y se justifica cuando sucede a los nacionales del bando contrario, como si algunas personas por ser de una determinada nación fueran más personas que otras, realmente un pensamiento digno de provenir del Tercer Reich alemán de 1933.
Felipe Jara S.
Fundación para el progreso