Señor Director:
El virus viene desde China, llega a Chile y el Gobierno se ve en la disyuntiva de que no cuenta con los suficiente capacidad instalada para albergar a los potenciales enfermos y, con el clamor de la clase política, encierra a los chilenos en cuarentena con las consecuencias ya conocidas, de bajas de sueldos, pérdida de empleos y un largo etcétera. Luego, con el apoyo del Congreso, va en ayuda de mucha gente para paliar los efectos de la pandemia en la vida de las personas, pero -como suele ocurrir- olvidó a la clase media y cuando ésta pide ayuda, los políticos dicen “para ustedes no hay plata así es que deben sacar de sus ya escasos dineros que tienen para pensionarse y nosotros vamos a dictar una ley para ello”.
Y pensar que una parte de los chilenos lleva más de cuatro años marchando, culpando a las AFP por las malas pensiones. ¿Si lo anterior no es un abuso, qué es? ¿Si lo anterior no es burlarse de la necesidad de la gente, qué es?
Ya verán cuánto dinero van a seguir gastando los políticos en los próximos meses, en un Congreso abarrotado de parlamentarios, sin mencionar asesores y operadores políticos pagando campañas. Para ellos sí habrá dinero.
Alfonso Gundelach