El papa Francisco se refirió al caso del arzobispo de París, Michel Aupetit, quien dimitió recientemente por las acusaciones de que mantenía relaciones íntimas con una mujer.
Durante un encuentro con la prensa a su regreso de Atenas, Grecia, el pontífice sostuvo que Aupetit fue víctima de pequeñas habladurías.
“Acepté su dimisión no en el altar de la verdad, sino en el de la hipocresía“, sostuvo al ser consultado.
“Falló contra el sexto mandamiento, no totalmente (..) pero es un pecado. Pero los pecados de la carne no son los peores pecados”, dijo Francisco citando el orgullo y el odio como más importantes.
El arzobispo negó que la relación fuera de carácter sexual. “Si no lo sabemos, no podemos condenar“, dijo el sumo pontífice.
El papa culpó a los chismes y a la opinión pública de haber forzado al arzobispo a renuncia.
“Cuando las habladurías aumentan y se incrementan hasta el punto de quitarle la reputación a una persona, ésta ya no puede gobernar”, sostuvo.