El papa Francisco ofreció este miércoles un largo paseo en papamóvil por la plaza de San Pedro a ocho niños migrantes, recién llegados a Italia gracias a los corredores humanitarios.
Los niños, provenientes de Siria, Nigeria y Congo, acompañaron al pontífice en su habitual recorrido de los miércoles para saludar a los fieles que asisten a la audiencia general.
Los menores llevaban camisetas con el lema que el papa pronuncia sin descanso ante el fenómeno de la migración: “Recibir, proteger, promover, integrar”.
Entre ellos había pequeños que llegaron de Libia el 29 de abril en un avión gracias al “corredor humanitario” promovido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Otros de los niños que pasearon con el papa llegaron ilegalmente en un bote hace unos meses, según explicó el Vaticano.
Todos están alojados con sus familias en el centro de acogida llamado “Mundo Mejor”, cerca de Roma.
El gesto tiene fuerte significado ya que Francisco no ha tenido pelos en la lengua para condenar la política del gobierno italiano de mano dura contra la migración, tema crucial en las elecciones europeas del 26 de mayo.