Durante el discurso de bienvenida al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa Francisco lamentó el aumento de legislaciones en todo el mundo que fallan a la hora de proteger la vida.
En la intervención, el pontífice también habló sobre las crisis sanitaria, económica, política y social que han derivado de la pandemia.
El pontífice aseguró que la expansión del coronavirus ha “recordado el valor de la vida, de cada vida humana y de su dignidad en todo momento de su itinerario terrenal, desde la concepción en el seno materno hasta su conclusión natural”.
“Desafortunadamente, duele constatar que, con el pretexto de garantizar supuestos derechos subjetivos, un número cada vez mayor de legislaciones de todo el mundo parecen distanciarse del deber esencial de proteger la vida humana en todas sus etapas”, explicó.
En meses pasados, la Iglesia se ha opuesto a la aprobación de leyes como la de legalización del aborto en Argentina o la ley de la eutanasia en España, según información de Bio Bio Chile.
En una reciente entrevista a una televisora italiana, el Papa afirmó respecto al aborto que “la muerte no es un problema religioso, ojo: es un problema humano, prerreligioso; es un problema de ética humana”.
“Las religiones se ocupan de ello, pero es un problema que hasta un ateo debe resolver en su conciencia”, declaró para explicar que todos tienen que hacerse preguntas
“¿Es correcto suprimir una vida humana para resolver un problema, cualquier problema? No, eso no es justo. ¿Está bien contratar a un sicario para resolver un problema?”, inquirió.