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Este miércoles, el Papa Francisco hizo un enérgico llamado a la paz global durante su tradicional mensaje navideño “urbi et orbi”, instando a “superar las divisiones” y a que “callen las armas” en un mundo marcado por conflictos y crisis humanitarias. Las palabras del pontífice resonaron desde el balcón central de la basílica de San Pedro ante una multitud de cerca de 30.000 personas congregadas en la plaza homónima.
En su mensaje, Francisco abordó los principales conflictos que asolan al mundo, destacando la situación en Ucrania, Oriente Medio y Sudán. “Que callen las armas en la martirizada Ucrania. Que se tenga la audacia de abrir la puerta a las negociaciones y a los gestos de diálogo y de encuentro, para llegar a una paz justa y duradera”, expresó el Papa, aludiendo a los recientes ataques rusos contra infraestructuras energéticas ucranianas.
Con el foco puesto en Oriente Medio, Francisco enfatizó la gravedad de la crisis humanitaria en Gaza y extendió su pensamiento a las comunidades cristianas de Israel y Palestina. “Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra”, declaró con firmeza.
El líder de la Iglesia católica también dedicó palabras a los conflictos en Sudán y otros puntos del planeta, apelando a la unidad, el diálogo y la solidaridad internacional para aliviar el sufrimiento de las poblaciones afectadas. Su discurso reflejó una visión esperanzadora en medio de un panorama global sombrío, recordando la importancia del entendimiento mutuo como vía para resolver las tensiones.
