En el sector privado de salud se ha observado una fuerte disminución en el número de consultas médicas como consecuencia de la emergencia sanitaria por Covid-19. En Chillán, recintos como la Clínica Chillán y la Clínica Las Amapolas sufrieron un fuerte impacto en los primeros meses, flujo que paulatinamente comienza a recuperarse, mientras que en otros centros médicos las realidades son dispares, donde tímidamente la telemedicina se abre paso como una respuesta a las medidas de prevención y según algunos, llegó para quedarse.
En términos generales se habla de una reducción de hasta un 70% en las consultas ambulatorias y en la ocupación de camas no-Covid en las clínicas chilenas. La Asociación Gremial Clínicas de Chile aseguró que las consultas médicas y atención de patologías no Covid han caído hasta 75% en los últimos meses, lo que ha derivado en una caída de 40% en los ingresos entre marzo y mayo, lo que podría determinar la quiebra de algunos prestadores en los próximos meses.
Clínica Chillán
“Los pacientes eligen no asistir a sus controles o no atender las patologías que se les presenten por temor a contagiarse en las clínicas”, aseguró Mónica Jiménez, gerente general de Clínica Chillán, quien comentó que ha sido muy difícil esta tendencia a pesar de que las clínicas cuentan con todos los protocolos necesarios para evitar el contagio.
“En Clínica Chillán, por ejemplo, tenemos entrada y salida separadas, toma de temperatura y aplicación de alcohol gel al ingreso de los pacientes, sanitización constante de equipos y superficies, uso de elementos de protección para el personal y médicos, exigencia de uso de mascarilla a los pacientes, etcétera”, detalló Jiménez, quien hizo hincapié en que “hemos separado la Urgencia en respiratoria y no respiratoria, al igual que la hospitalización”.
Las Amapolas
En tanto, en la Clínica Las Amapolas, su gerente general, Alejandro Cornejo, recordó que durante marzo y abril se registraron las caídas de prestaciones más fuertes, “tanto en las consultas ambulatorias, intervenciones, consultas médicas en general, urgencias, exámenes de todo tipo, todo se vio semi paralizado debido al temor natural de las personas a asistir a un centro de salud por el riesgo a contagiarse”.
Cornejo añadió que “si tuviera que estimar un porcentaje yo creo que sería cerca del 70%, sin embargo, con el paso de los meses se ha visto una recuperación notable”.
En ese sentido, el profesional reconoció que la crisis ha impactado los ingresos de la clínica. “Los primeros meses se notó un descenso fuerte de los ingresos, por lo que se tuvieron que postergar algunas inversiones, comenzar a poner mayor control en los costos, y tratar de controlar la especulación en el valor de los insumos y medicamentos, que a la fecha podría indicar que el alza ha sido entre un 10 y 15% promedio”.
El gerente de Las Amapolas atribuyó el bajo impacto en su institución a dos factores: “el primero, es que al no contar con unidad de paciente crítico, nuestra institución no tiene habilitado el tratamiento de pacientes con Covid, por lo cual nos consideran una clínica ‘libre del virus’ y se sienten más seguros al asistir a nuestras instalaciones, de hecho, solo tuvimos un colaborador contagiado y su situación se dio en el trasporte público. Y lo segundo, es que por lo ya esgrimido, el hospital nos consideró como centro de derivación para sus intervenciones quirúrgicas, considerando que ellos sufrieron un fuerte proceso de reconversión de camas y espacios para el Covid”.
Palavas
En el Centro Médico Palavas, en tanto, la reducción de consultas se debió a la disminución de las horas de atención, explicó su director, el médico Fernando Martínez, quien recordó que debido a la pandemia se tomaron estrictas medidas de prevención, pues además de las exigidas por la autoridad, como el distanciamiento físico en las salas de espera y la sanitización permanente de espacios y superficies, se aumentó el tiempo entre consultas, de manera de evitar que la gente se aglomere en la espera.
En Palavas, expuso que “las consultas han bajado porque las personas tienen miedo, los médicos y los funcionarios también tienen miedo a contagiarse. Los centros médicos están abiertos, pero los pacientes no llegan”, aunque acotó que eso depende de las especialidades que atiende cada centro, y que algunas no han bajado su ritmo.
Explicó que “cada día la gente ha ido perdiendo el miedo, y ha aprendido a tomar sus resguardos y a conocer el comportamiento del virus”, no obstante, detalló que en Palavas, “que es un centro médico pequeño, yo no estoy atendiendo de manera presencial, lo estoy haciendo a través de teleconsulta, con videollamada de Whatsappp, por ejemplo, mientras que el doctor Ferrer sí está atendiendo en la consulta”, al tiempo que acotó que el centro de depilación láser también está operando con normalidad con un exigente protocolo de prevención.
Martínez, quien además es coordinador general del proyecto de nuevo hospital de Chillán, destacó que la telemedicina constituye una respuesta no solo frente a las restricciones que representa la actual crisis, sino que también frente a los problemas de aislamiento que enfrentan las zonas rurales, dado que más del 40% de los pacientes que se atienden en Chillán no viven en la comuna, por lo que para ellos concurrir a una consulta les significa gastar un día completo. “La adopción de la telemedicina se adelantará debido a esta crisis”, concluyó.
Foto: Clínica Chillán