País imaginario

Señor Director:
En Chile parece haberse instalado un país imaginario. Uno donde los imputados siempre dicen la verdad, las instituciones se comunican sin errores y las resoluciones judiciales se ejecutan con rigor. Pero como advirtió el fiscal nacional Ángel Valencia, la fuga del sicario del “Rey de Meiggs” demuestra todo lo contrario.
El sujeto, ciudadano venezolano ingresado por paso irregular, usó una identidad falsa y fue liberado sin que existiera una resolución formal previa. Según Valencia, antes de 2023 no existía una práctica obligatoria y controlada para verificar la identidad de los imputados. “Si esto hubiera ocurrido en 2022, habríamos constatado con mayor facilidad que nos dio un nombre falso”, explicó. Y sobre la liberación, fue claro: hubo una sola resolución, pero tres comunicaciones distintas, sin que ninguna la sustentara debidamente. “Se puede quedar corto al hablar de desprolijidad”, dijo.
Así, el “hombre imaginario” de Nicanor Parra ya no sólo vive en una mansión ficticia: también delinque con una identidad inventada, burla al Estado y escapa por grietas institucionales. El país imaginario es aquel que aún insiste en que estos hechos son aislados. Despertar exige asumir responsabilidades y enfrentar una realidad que, por más incómoda que sea, ya no puede seguir siendo ignorada.
Rodrigo Durán Guzmán