Con cacerolas, banderas, batucadas, pancartas y cánticos se desarrolla la manifestación por las céntricas calles de Chillán.
La actividad, que inicialmente fue convocada como un cacerolazo en el Paseo Arauco, se transformó en una marcha en la que ha reinado un ambiente familiar y la tranquilidad.
La originalidad y creatividad del chillanejo ha destacado con la elaboración de carteles y muñecos para reflejar su malestar.
La masiva actividad se realiza por cuarto día consecutivo en la capital de Ñuble producto del descontento social que reina en el país.
Se espera que la movilización culmine en la explanada de la Intendencia de Ñuble, lugar que se encuentra custodiada por contingente policial y militar.