“Yo a Pablo (Aránguiz) lo quiero. Es un jugador de mi total agrado. Lo que se diga antes de él fuera de la cancha, para mí no es tema, porque él llega a dejarse entrenar y a trabajar, el resto lo tiene. Así que yo creo que llegará a Ñublense”.
Así anticipaba, el entrenador de Ñublense, Jaime García, en diálogo con Dimensión Deportiva, el pasado miércoles, el inminente arribo del habilidoso volante creativo Pablo Aránguiz, quien fue desechado por Universidad de Chile y se transformó en refuerzo de Ñublense.
El mediocampista de 25 años, formado en la Unión Española, oriundo de la comuna de Recoleta, firmó su contrato en calidad de préstamo en Paso Alejo, luego que tuviera un discreto rendimiento y algunos conflictos extrafutbolísticos que lo llevaron a entrar en la lista de “cortados” de la U este 2022.
Cómo no estaba en los planes de los azules, la agencia que lo representa, 4-3-3, decidió cerrar su préstamo con Ñublense.
Aránguiz jugó también en el FC Dallas, desde donde fue cedido a préstamo a la U. Sin embargo, su mejor momento lo vivió en Unión Española, de la mano del entrenador trasandino, Martín Palermo, con el que ganó protagonismo en el Torneo de Transición 2017, hasta el punto de ser nombrado el Jugador Sub-20 de la Temporada en la Entrega de premios de la ANFP.
El nativo de Recoleta representó a la Selección Chilena Sub-23 en el Torneo de Toulon 2019 [8] y en el Torneo Preolímpico 2020 , haciendo cuatro apariciones en ambos campeonatos.
En la categoría adulta, recibió su primera convocatoria para la Copa América 2021 , debutando internacionalmente en el segundo partido ante Bolivia al minuto 84.
Amigo de Rivera
En Chillán se reencontrará con su amigo de infancia en el barrio, el volante mixto Manuel Rivera.
“Yo sé que puede sacar el potencial que tuvo en Unión con la confianza que le da el profe (García) a los jugadores. También va a llegar con otros aires, va a llegar nuevo, con la confianza que el profe ya le está dando, estaba leyendo de que dijo que le gustan esos jugadores”, anticipó ‘Manu’ Rivera.
“Somos de la misma población en Recoleta. En la población, en las canchas de barrio, antes que yo estuviera en Barnechea cuando tenía 15 años, siempre había jugado en el barrio con él. Empezamos a tener una gran amistad por el tema del fútbol, nos fuimos enfrentando en las juveniles, él en la Unión y yo en Barnechea, después él estando en el plantel, yo igual”, agregó el incansable volante, quien reveló que Aránguiz conoce a su hijo, familia y padres.
“Acá en el barrio también nos juntamos, estuve con él, compartimos un rato. Hablamos de lo que se podía venir y siempre tirando la talla”, sentenció el zurdo que espera compartir mediocampo con su amigo del barrio, Pablo Aránguiz, que llega con sed de revancha al Rojo.
