Con especial emoción, la tarde del 19 de abril los integrantes de la Orquesta Sinfónica de la Escuela Artística vivieron por fin el reencuentro que tanto esperaron. Su directora Carmen Gloria Mella volvió a reunirse con las cuerdas de esta agrupación, vigente en el establecimiento desde 2002. Han pasado por ella muchas generaciones desde su infancia hasta la juventud. El obstáculo de la pandemia coincide con un recambio, que además les fortalece por su persistencia ante la dificultad.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Los miembros de la orquesta corresponden a muchas de las distintas disciplinas que se imparten en el establecimiento. Violines y violas a cargo de las alumnas de Carmen Gloria Mella, Francisca Carrasco, Natalia Salazar y Pamela Arriagada; violoncellos que guía el docente Axel Quivira; contrabajo con la supervisión de la profesora María José López. Se espera que en el futuro cercano aumente su número con alumnos de flauta traversa del profesor Vicente Vaccani, además de los de corno francés con el profesor Javier Aguilar, y percusión del profesor Juan Eduardo Basualdo.
La directora Carmen Gloria Mella refleja optimismo en esta etapa, que marca un nuevo peldaño en la carrera ascendente de esta orquesta. La asume como uno de sus principales logros como artista.
“Yo estoy contenta de poder reencontrarme con los chicos y de crear algo, con aires nuevos también, con otro enfoque. Todos estamos pasando momentos duros y eso lo tengo muy presente, porque lo vivo con ellos y sus padres, así que lo importante es juntarnos, ser solidarios y darles un momento de alegría creando música, que es lo más importante”, confiesa.
Además, la docente relata que este ensayo grupal es el resultado de la nivelación individual que recibieron cada uno de los intérpretes.
“Es un trabajo planificado y organizado, muy profesional. Este ensayo fue un diagnóstico y desde ahí vamos perfilando algunas directrices de cómo vamos a trabajar. Nos ponemos de acuerdo con los demás profesores y estudiamos el repertorio que vamos a compartir. Esta orquesta ha dado muchos frutos, estoy muy orgullosa de eso, que la hemos creado a pulso, pero también somos una organización educativa. Participar en una orquesta es parte de su proceso de aprendizaje del violín, del cello y de cada instrumento”, puntualiza.
También la violinista destaca que en corno francés y en contrabajo aún hay cupos disponibles para quienes quieran incorporarse a su ejecución. Preferentemente invita a niños desde los 8 años de edad.
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