A cinco años del golpe militar y en medio de uno de los periodos más duros de la represión en dictadura, con torturas, secuestros y desapariciones forzadas, en noviembre 1978 Santiago acogía el Simposio Internacional de Derechos Humanos convocado por la Vicaría de la Solidaridad.
El encuentro se daba al término del Año de los Derechos Humanos y, en ese contexto, el cardenal Raúl Silva Henríquez encargó una obra musical pensada especialmente para la ocasión.
Así, con las letras del sacerdote Esteban Gumucio y música del compositor Alejandro Guarello, nacía la Cantata Caín y Abel, más conocida como Cantata de los Derechos Humanos.
La obra integra las actividades con que la UdeC conmemora los 50 años del Golpe de Estado y de la programación difundida por el gobierno a través del Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio.
La Orquesta Sinfónica, el Coro y el elenco musical del Ballet Folclórico de la UdeC trabajan intensamente en estos días en los ensayos de la pieza musical que se estrenó el 22 de noviembre de 1978 en la Catedral Metropolitana, con la participación del grupo folclórico Ortiga y del actor Roberto Parada en la narración.
“Estamos hablando de una obra que tiene especial relevancia, considerando el año en que estamos, con la conmemoración de los 50 años de un hecho histórico lamentable, que afectó la línea de tiempo de desarrollo del país de una manera muy drástica”, expresa el cornista de la Orquesta Sinfónica, Jaime Cofré Flores, quien tiene a su cargo la dirección general de las presentaciones.
El músico resaltó el mensaje de esta cantata, sobre todo, en el contexto en que fue estrenada. “El hecho de que hayan interpretado esta obra en un periodo como ése habla de un compromiso social con los derechos humanos que es realmente destacable y hacerla 45 años después, con todo el peso de la historia y con toda la persistencia de los familiares que no han podido encontrar a sus seres queridos, es algo muy potente para nosotros”, dijo.
Cofré adelantó que en la primera parte del programa habrá una selección de seis canciones emblemáticas de Víctor Jara, con arreglos para Orquesta y Coro, para luego dar paso a la Cantata.
Por su parte y poniendo el acento en el rol social y cultural que cumplen las agrupaciones musicales de la UdeC, el director del Coro, Eduardo Díaz Rodríguez, puso de relieve el valor que tiene para los músicos participar en estas presentaciones.
“Era importante estar presente en esta conmemoración de los 50 años del golpe, participando con una obra emblemática que utiliza la metáfora de Caín y Abel para, a través de la música, dar un mensaje claro, de la importancia del respeto a la dignidad y los derechos de las personas”, comentó.
El músico afirma que si bien esta obra tiene ya varios años, continúa plenamente vigente y, en ese sentido, la expectativa de esta presentación es “que nuestro canto ayude a reforzar la idea y la relevancia de que los derechos humanos se siguen respetando y desde nuestra vereda cultural esperamos dar un mensaje y aportar en este sentido”.
Por su parte, el director musical de Bafudec, Pablo Sáez Srain, expresó que para la agrupación es una gran responsabilidad “transmitir en melodías, instrumentos y voces mayoritariamente femeninas, el sentir de muchas y muchos que vivieron momentos de desolación, desesperanza en tiempos y espacios de nuestra historia plenos de oscuridad”.
Asimismo, agregó que en la perspectiva de lo que ocurrió en términos de los derechos humanos tras el golpe militar, es necesario resaltar la idea de que nadie puede estar sobre el sentido y valor de la vida de las personas.
“Nos conmueve estar presentes en esta conmemoración a través de la música con los estudiantes que integran el elenco musical del Bafudec, junto al Coro y la Orquesta. Claramente lo haremos con un profundo respeto a la música y creadores pero, por sobre todo, en honor a cada persona y herederos, víctimas de violaciones a la vida”, puntualizó.
Las presentaciones serán el jueves 31 de agosto a las 19 horas en el Teatro municipal de Chillán, y el 1 y 2 de septiembre en Los Ángeles y Concepción, respectivamente.
